Siete bebés murieron en Chile a causa del virus respiratorio sincicial, cuya virulencia a llegado a colapsar la atención en los hospitales de Santiago, informa hoy el vespertino "La Segunda".
El diario consigna que cinco lactantes fallecieron en la capital chilena, aunque la muerte de uno de ellos no ha sido confirmada por el Servicio Médico legal, y otros dos en provincias.
El virus sincicial respiratorio (VRS) afecta especialmente a los menores de un año y les causa un síndrome bronquial obstructivo y bronconeumonias, que si no es atendido con celeridad puede causar la muerte.
Este virus es la principal causa de neumonía y bronquiolitis en los niños menores de tres años, especialmente entre lactantes y menores de tres meses.
También es reconocido como uno de los virus responsable de la mayoría de las infecciones domiciliarias, debido a su rápida expansión.
El presidente del Colegio Médico, Juan Luis Castro, señaló hoy que Chile pasa por una situación caótica en su sistema de salud.
"Diariamente 150 nuevos lactantes menores de un año son hospitalizados y se registran 1.500 neumonías cada jornada, y pese a ello la autoridad no quiere decretar emergencia sanitaria", afirmó Castro.
Si se decretara la "emergencia sanitaria", el Ministerio de Salud tendría facultades para coordinar acciones que competen a otros organismos.
Podría cerrar las fronteras, restringir el movimiento de personas o determinar el cierre de los establecimientos educacionales.
Pese al colapso de los hospitales por el virus sincicial, las autoridades se han negado a adelantar las vacaciones de invierno y sólo han reducido los horarios de clases.
"Comenzar las clases a las nueve de la mañana es una burla, es como si los virus durmieran hasta la nueve y ahí se despiertan", apuntó sarcásticamente el diputado Guido Girardi al referirse a las medidas del gobierno para mitigar el efecto de la enfermedad.
La virulencia del peor brote de virus sincicial de los últimos 10 años ha obligado a hospitalizar transitoriamente a niños en pasillos o en los brazos de sus madres mientras se libera una cama.
La situación empeoró este viernes, cuando la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (Confenats) comenzó una huelga en demanda de mejoras salariales y más infraestructura, a la que no se sumaron los médicos a raíz de la epidemia.
El año pasado, según cifras oficiales, murieron en Chile 65 niños por enfermedades respiratorias, y aunque el número aún es alto, representa una importante bajada respecto de lo ocurrido hace 10 años cuando fallecieron 700 menores por esta causa.