Gustavo Larrea y Juan de Dios Parra,  representantes de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu), estuvieron ayer, por tercera ocasión, en la Cancillería, para entregar pruebas que sustenten la denuncia que advierte que marinos estadounidenses destruyeron dos y hundieron seis barcos ecuatorianos en mar territorial nacional.

Sin embargo, el Ministerio emitió dos boletines en los que se descarta el hundimiento de dos embarcaciones: el Santa María y el Challenger,  hallados en países centroamericanos y partícipes del transporte ilegal de migrantes ecuatorianos, según información de las embajadas ecuatorianas.

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El embajador Diego Stacey, subsecretario de Soberanía y Límites de la Cancillería, dijo que en los casos de ambas naves hay versiones contrarias sobre su ubicación.

Para la Cancillería, el  Santa María fue ubicado en aguas internacionales cerca de Guatemala, el 15 de marzo pasado. La Aldhu y el dueño del  barco, Manuel Santana, aseguraron que el Santa María lo hundió la fragata USS Long Way, de Estados Unidos, a 180 millas de la isla San Cristóbal.

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Parra sostuvo ayer que deben haber dos barcos con el mismo nombre, porque no hay información definitiva sobre la ubicación de dicho navío.

Ayer, el ministerio notificó que al  Challenger, según información de la Armada ecuatoriana, lo encontró en el mar de Costa Rica, el 5 de febrero,  la nave norteamericana U.S. Bone.

Aldhu y Ricardo Herrera, dueño del Challenger, dijeron que este barco fue hundido a 170 millas de las islas Galápagos, el 3 de febrero.