El ex propietario del Banco de Préstamos, Alejandro Peñafiel, recuperó ayer su libertad a las 14h25, después de cumplir cuatro años de condena por el delito de peculado bancario.

Sin embargo, Peñafiel perdió sus derechos de ciudadanía por ocho años –contados desde el inicio de la condena– y está impedido de por vida de desempeñar cualquier cargo en las instituciones del sistema financiero del país, tras la sentencia de última instancia que dictó ayer la Primera Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

Al emitir su pronunciamiento, la Sala confirmó la condena de ocho años de reclusión mayor ordinaria por el delito de peculado, que le impuso el Tribunal 4º de lo Penal de Pichincha; mientras que, en un segundo caso, ratificó la absolución que dictó ese tribunal, por la presunta publicación de datos falsos sobre el aumento del capital del banco.

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El 25 de julio del 2000, Peñafiel fue detenido en Líbano y el 9 de marzo del año siguiente llegó al país.

La sentencia se le redujo a la mitad gracias a la ley del 2x1 (reducción de penas) y a la rebaja de cinco días por año (según el Código Penal, el año tiene 360 días).

El ex reo de la Cárcel Nº 4 enfrentó catorce juicios por falsificación de documentos, fraude fiscal, peculado, estafa y abuso de confianza, de los cuales solo tres recibieron sentencia. En los demás, Peñafiel fue sobreseído o recibió boletas de excarcelación.

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A finales de mayo de este año, el ex banquero solicitó el beneficio de la prelibertad, actividad controlada que el reo cumple fuera de la cárcel. Sin embargo, le fue negado.

Dos horas antes de salir del centro carcelario, Peñafiel ofreció una rueda de prensa, en la que se declaró como perseguido político. Dijo que ahora se dedicará a su familia y a los negocios del petróleo “si su padre le da trabajo”.