Colombia anunció este miércoles que comprará 24 aviones de combate por 234,5 millones de dólares destinados a fortalecer la capacidad de su Fuerza Aérea y combatir el narcotráfico, la guerrilla izquierdista y los paramilitares de ultraderecha.
El gobierno colombiano no precisó a qué país o industria militar comprará las aeronaves, aunque dijo que busca una amplia participación de oferentes, en forma preferente a través de negociaciones de "gobierno a gobierno", con divulgación pública de las condiciones financieras y de precio que se deben ajustar a las posibilidades fiscales del país.
"El Consejo Nacional de Política Económica y Social, autorizó la realización de operaciones de crédito externo hasta por un valor 234,5 millones de dólares o su equivalente en otras monedas, para la adquisición de un sistema de aviación de combate", dijo un comunicado del Ministerio de Defensa.
La compra de los aviones de turbohélice nuevos y sus equipos complementarios, busca remplazar los A-37 y OV-10, los cuales tienen cerca de 35 años de uso.
El número y operatividad de estas aeronaves se ha reducido significativamente, creando serios riesgos para la seguridad interna, reconoció el Ministerio de Defensa.
Los aviones son armas estratégicas para combatir el narcotráfico y se usan para interceptar y destruir aeronaves destinadas al transporte de droga hacia el exterior y a la introdución de armas.
Adicionalmente son usados para bombardear campamentos de los grupos armados ilegales en medio de apartadas zonas montañosas y selváticas.
Este país sudamericano de más de 40 millones de habitantes, afronta un conflicto interno de cuatro décadas, que dejó 35.000 muertos en los últimos dos lustros.
Colombia se embarcó desde el 2002 en un plan para aumentar la seguridad interna, que es el principal propósito de gobierno del presidente Alvaro Uribe, para enfrentar la arremetida de grupos guerrilleros y paramilitares, que luchan en un conflicto interno.
Los grupos armados ilegales se financian del tráfico de drogas para alimentar su levantamiento en armas, según las autoridades. El narcotráfico es combatido en buena parte con ayuda militar proveniente de Estados Unidos.
Uribe ha rechazado que el gasto militar, presupuestado para el 2004 en casi 3.000 millones de dólares, esté llevando al país a una carrera armamentista, y que lo que busca es evitar que el conflicto desborde las fronteras del país.
Analistas creen que ese monto es aún bajo, comparativamente con otros países de América Latina que no sufren un conflicto interno de las características del colombiano, el más extenso del hemisferio occidental.
En mayo Colombia anunció la compra de 12 helicópteros por un costo de 20 millones de dólares.