Miles de soldados rusos irrumpieron ayer en la ciudad de Nazran, república de Ingushetia, en persecución de rebeldes chechenios que atacaron edificios policiales y gubernamentales, y mataron a 57 personas.

Entre los fallecidos figuran el ministro interino del Interior, el ministro de Salud y el viceministro del Interior.

El presidente ruso, Vladimir Putin, visitó ayer Ingushetia donde anunció que acantonará un regimiento militar en una de las urbes atacadas y declaró que los rebeldes deben ser “hallados y  liquidados, y los que sobrevivan, juzgados”, Unos cien separatistas chechenios, quizá más de 200, atacaron simultáneamente  lugares en Nazran,  capital económica de esta república del Cáucaso, y en otras dos ciudades inguchas cercanas a la frontera chechena, evidenciando la falta de control del Kremlin en la región.