Los moradores de los bloques familiares piden al Instituto Ecuatoriano de Seguro Social que les elaboren contratos de arrendamiento, ya que desde hace más de cinco años no les han renovado el documento. Asimismo, indicó Carlos Vallejo, uno de los arrendatarios, los afectados creen conveniente que les incrementen el valor del alquiler, que oscile entre los 80 y 100 dólares. Esta cifra es menor a la que cancelan los nuevos inquilinos, que es de 90 a 160 dólares.
Los habitantes del bloque 4, que no están afectados por los desalojos, se suman en cambio a la petición de arreglos para el edificio.
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Mercedes de Calderón, señaló que el propietario -en este caso el Seguro Social- no se preocupa por el inmueble, ya que este presenta mal estado, los ascensores no funcionan y la parte superior de la cisterna está llena de cucarachas; además, los tumbados de los departamentos están rotos y la situación se complica en la época invernal.