El pedófilo belga Marc Dutroux fue condenado  este martes a cadena perpetua por los secuestros y violaciones de seis niñas y  adolescentes y el asesinato de dos de ellas entre 1995 y 1996.
 
"Marc Dutroux, usted ha sido condenado al máximo de la pena. Creo que sale  mejor parado que la mayoría de sus víctimas, que ya no forman parte del mundo  de los vivos", declaró el presidente del tribunal de lo penal de Arlon (este de  Bélgica), Stéphane Goux, tras la lectura de la sentencia.
 
Si la justicia recorta la pena de cadena perpetua a Dutroux, de 44 años, el  ministerio de Justicia belga podrá oponerse a esta liberación durante 10 años,  según la sentencia.
 
El tribunal también condenó a la ex esposa de Dutroux, Michelle Martin, a  30 años de prisión, a su socio, Michel Lelièvre, a 25 años, y al empresario  Michel Nihoul, a cinco años de cárcel por tráfico de drogas y estafa.
 
Según la sentencia del jurado popular anunciada la semana pasada después de  más de tres meses de juicio, Dutroux fue declarado culpable del secuestro,  violación y asesinato de An Marchal y Eefje Lambrecks, de 17 y 19 años.
 
Estas fueron secuestradas el 22 de agosto de 1995 cerca de Ostende (norte)  y sus cadáveres fueron exhumados el 3 de septiembre de 1996 en el sótano de una  casa de Dutroux cerca de Charleroi (sur).
 
Asimismo le declaró culpable del secuestro y violación y de ser responsable  de la muerte de Julie Lejeune y Melissa Russo, de 8 años, que fueron  secuestradas en junio de 1995 cerca de la ciudad de Lieja (este), murieron por  hambre y sus cadáveres fueron encontrados en el jardín de una casa de Dutroux  en la localidad de Sars-la-Buissière (sur) el 17 de agosto de 1996.
 
Por último, es culpable del secuestro y violación de Sabine Dardenne y  Laetitia Delhez, de 12 y 14 años, las únicas que sobrevivieron a su rapto, el  28 de mayo y el 9 de agosto de 1996, respectivamente.
 
Ambas fueron liberadas el 15 de agosto de 1996, dos días después de la  detención de Dutroux.
 
Por su parte, la ex esposa de Dutroux, Michelle Martin, de 44 años,  profesora y madre de tres hijos, fue declarada culpable del secuestro de las  seis niñas, Michel Lelièvre, de 33 años, y ex toxicómano, del secuestro y  torturas de cuatro de ellas y Michel Nihoul, de 63, de haber dirigido el  tráfico de estupefacientes en el marco de una asociación de malhechores a la  que pertenecía Dutroux.
 
La abogada de Sabine Dardenne, una de las víctimas vivas que estuvo  presente en la lectura de las penas, declaró que su cliente "está feliz. Por  fin se ha hecho justicia", aunque los padres de las víctimas estimaron  insuficientes las penas de los tres cómplices de Dutroux.
 
Estas penas, de entre cinco y 30 años, "son ligeras" y "dejan un sabor  amargo", estimó Jean-Denis Lejeune, el padre de Julie, ya que estas personas  "secuestraron, torturaron y dejaron morir a niñas" y "quizá dentro de 10 años  estén en la calle" y "sean un peligro".

Paul Marchal, el padre de An, asesinada a los 17 años, se dijo  "decepcionado por no haber condenado al máximo de la pena" a los cómplices de  Dutroux.
 
La acusación había pedido un mínimo de 10 años de prisión para Nihoul, que  durante un tiempo fue sospechoso de ser el vínculo entre Dutroux y una eventual  red pedófila, mientras que para Michel Lelièvre solicitó un mínimo de 30 años.
 
Al oír las sentencias "he pensado en mi hija, que ya no vive", relató  visiblemente emocionada Betty, la madre de An, que se declaró "contenta con las  penas", aunque deseaba "otra pena para Nihoul", lo mismo que pidió Louisa  Lejeune, la madre de Julie.