El gobierno del conservador Partido Popular (PP) ha dejado al actual Ejecutivo, que preside el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, un atasco de 374.749 expedientes de inmigrantes sin resolver, informó ayer el diario El País.

La mayoría de estos expedientes se refieren a renovaciones de permisos de residencia y trabajo de inmigrantes que ya residían legalmente en España, según el diario.

Estos retrasos han convertido a los solicitantes en ciudadanos indocumentados y ha provocado que muchos empresarios no hayan podido prorrogar los contratos laborales de estos. El colapso administrativo, según el periódico madrileño, afecta sobre todo a las ciudades de Madrid, Barcelona y Alicante.

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Según explica al rotativo la actual secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, “la cifra de expedientes en tramitación habla a las claras de la absoluta falta de atención que ha merecido la política de inmigración durante los últimos años”.

El periódico también asegura que el nuevo gobierno socialista va “a poner todo” su empeño “en mejorar la situación cuando antes. Pero no nos engañemos: partimos de una circunstancia complicada, cuya solución requiere tiempo. La cifra de expedientes acumulados demuestra que no nos han dejado las cosas fáciles”, añade Rumí.

Las autoridades han ordenado la incorporación de 267 funcionarios a las oficinas de extranjería más afectadas por el atasco de expedientes extranjeros, señala el periódico.

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Desalojados
Los inmigrantes ‘sin papeles’ desalojados el domingo pasado por la policía de la catedral de Barcelona emplazaron al régimen a negociar antes de este jueves una solución a su situación, mientras la Delegación del Gobierno (gobernación) cree que este colectivo fue “utilizado” en plena campaña electoral.

El encierro protagonizado por más de un millar de inmigrantes, que se inició el sábado por la tarde, solo duró unas horas, a diferencia de los casi tres meses que se prolongó el del 2001 en la iglesia barcelonesa del Pi, ya que agentes de la Policía entraron la madrugada del domingo al templo catedralicio y procedieron al desalojo.