Catorce personas heridas y cuantiosos daños materiales dejó este lunes la explosión de un coche bomba en el estacionamiento de una iglesia católica en Medellín -segunda ciudad de Colombia-, en un hecho atribuido por la Policía a la guerrilla de las FARC.
La explosión ocurrió hacia las 07H35 locales (12H35 GMT) en el sector de La Candelaria, en pleno centro de Medellín (400 km al noroeste de Bogotá), cuando en el templo se oficiaba una misa.
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En principio el secretario de gobierno de la ciudad, Alonso Salazar, reportó que ocho personas habían resultado levemente heridas pero el informe final de los centros hospitalarios dio cuenta de 14 lesionados, entre ellos varios feligreses.
Las autoridades indicaron que la explosión del coche bomba, que fue dejado en el estacionamiento de la iglesia María Auxiliadora, causó serios destrozos en el interior del templo, y cuantiosos daños materiales en por lo menos 300 metros a la redonda.
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Según la policía, la onda explosiva rompió vidrieras y ventanales de numerosos locales comerciales aledaños al estacionamiento.
Salazar indicó que el atentado pudo haber estado dirigido contra la estación de policía de Candelaria, que se encuentra situada en inmediaciones de la iglesia María Auxiliadora.
El director operativo de la policía, general Alberto Ruiz, y el jefe de la policía judicial, coronel Oscar Naranjo, atribuyeron el ataque a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y aseguraron que sería una retaliación por recientes acciones contra las milicias (comandos urbanos) del grupo rebelde.
"Se trata de una acción típica de las FARC en respuesta a los operativos de la policía contra las milicias urbanas", sostuvo Naranjo.
Las autoridades difundieron los retratos hablados de dos hombres que al parecer activaron el carro bomba y ofrecieron una recompensa de 50 millones de pesos (18.500 dólares) por información que conduzca a su captura.
El médico Rubén Restrepo, director de la Policlínica de la ciudad, adonde fueron trasladados los heridos, indicó a periodistas que "los pacientes que hemos recibido se encuentran en buenas condiciones. En su mayoría presentan traumas en tejidos blandos".
Agregó que "solamente tenemos dos pacientes con quemaduras de primero y segundo grado, de muy corta extensión, pero ninguno reviste gravedad en sus lesiones".
Entre los heridos se encuentra el sacerdote Javier Arango, de 72 años, párroco de la iglesia María Auxiliadora, precisó el galeno.
El presidente colombiano, Alvaro Uribe, condenó el atentado y afirmó que "no hay más camino que afinar todos los procedimientos policiales, de investigación y militares, para poder derrotar el terrorismo".
"Nos toca ajustar esta lucha para no permitir estas rendijas por donde nos siguen haciendo tanto daño", expresó el mandatario en la localidad de Otanche, en el departamento andino de Boyacá.
Un atentado con coche bomba atribuido a las FARC dejó la noche del pasado sábado siete heridos y daños materiales en la suroccidental ciudad de Cali -tercera en importancia de Colombia.