Es público el rechazo del pueblo al anuncio de los diputados de incrementarse sus remuneraciones, por concepto de horas extraordinarias de labores.

La pretendida cantidad de $ 300 por sesión, está alejada de la realidad, como lo podemos comprobar: los diputados ganan mensualmente $ 2.500; la hora es de $ 10,24, si sesionan tiempo extraordinario por ocho horas, ganarían $ 83,36.

Si sesionan dos veces por semana, ganarían además de sus sueldos, $ 166,72, lo que al mes daría un total de $ 666,88.

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Van a cobrar por horas suplementarias $ 300 por sesión, que en buen romance son $ 2.400, cuando hemos demostrado que el valor correcto es $ 666,88 existiendo una diferencia a favor de los diputados de $ 1.733,12 por cada legislador; que si consideramos a todo el parlamento, la cantidad sería $ 173.312 que mensualmente estarían cobrando de más, todos ellos.

Nuestras leyes dicen que cuando los recursos del Estado los usamos para provecho personal, caemos en peculado. Deben recordar que en un supuesto no consentido, que los lunes y viernes no laboran, tendrían que devolver de sus haberes recibidos al mes los $ 666,88.

El pueblo tiene razón de desconfiar en las funciones del Estado.

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Roberto Oleas Ibarra
Guayaquil