En este ámbito, los futbolistas bolivianos tendrán ventaja de oxigenación, pues el hecho de jugar regularmente a 3.600 metros les ayuda a desenvolver su organismo con mayor ligereza que los ecuatorianos, según los especialistas.
El médico de Deportivo Quito, Pablo Cisneros, explicó que la presión es mayor en la altura, y en Quito esto no será desventaja para los visitantes de hoy, que tendrán resistencia similar a su ciudad local.
Publicidad
“Cuando los jugadores no están acostumbrados a la altitud, no hay muchos glóbulos rojos que transporten oxígeno hacia las células musculares y hacia el corazón para que funcionen normalmente, lo que se refleja en disminución de resistencia”, explicó.
Los equipos de llano son los que deben venir más preparados, incluso con tanques de oxígeno. Ellos funcionan bien los primeros 30 minutos del primer tiempo, “después de eso son presa fácil, en la cuestión de organismo”, agregó Cisneros.
Publicidad
En síntesis: la preparación técnico táctica será más clave que la preparación física, tomando en cuenta la altitud de la ciudad, aclaró.
Para el preparador físico del club El Nacional, César Benalcázar, la clave cuando se visita un equipo de altitud es llegar el mismo día. Para empezar a adaptarse son 21 días, “solo para aclimatarse, mas no para estar ya adaptado a la altitud. A las tres semanas recién comienzan los estragos”, indicó Benalcázar.