Una maestra de jardín de infantes de una escuela religiosa de la ciudad argentina de Mar del Plata (400 km al sur) fue acusada en un juicio de abuso sexual contra seis niñas, informaron este lunes fuentes judiciales.
 
La maestra, identificada como Ana Pandolfi, de 46 años, es sometida a un  juicio oral en Mar del Plata por "corrupción agravada" por presunto abuso  sexual contra las menores entre 2001 y 2002, entonces de entre seis y siete  años.
 
Las niñas relataron poco tiempo atrás ante una psicóloga -mientras eran escuchadas en una sala contigua por tres jueces- que Pandolfi las llevaba a distintas áreas de la escuela religiosa católica Divino Rostro de Mar del  Plata, donde se encontraban con hombres enmascarados que las manoseaban y abusaban de ellas, agregaron las fuentes.
 
La abogada Alicia Ramos Fondeville, representante de los padres de las  víctimas, dijo este lunes que "un tratamiento psicológico sostenido desde hace  dos años" permitió obtener "una mayor revelación" y que los relatos "fueron en  aumento, hasta hablar de los lugares adonde eran llevadas".
 
"Ahí aparecían figuras masculinas, disfrazadas, que eran monstruos o  fantasmas al principio, o también médicos con guardapolvo blanco y barbijo, que  las desnudaban y manoseaban", según el relato de las niñas, que derivó en la  denuncia realizada por los padres, indicó la letrada en declaraciones  radiales.
 
Dijo además que, de acuerdo al relato de las niñas, eran llevadas a un  lugar que llamaban "la cuevita de los sueños o de los confundidos" donde les suministraban "una pastilla o un líquido amargo" para decirles, luego de  desnudarlas y manosearlas, que "se habían quedado dormidas".
 
La defensora señaló que "ni las autoridades (de la escuela), ni los preceptores, ni los docentes han dado respuestas satisfactorias" sobre cómo ocurrieron los hechos.
 
Esos hombres no pudieron ser aún identificados porque siempre actuaban con máscaras, agregaron las fuentes.
 
Fondeville dijo que la situación judicial de la maestra "se ha complicado porque el viernes, ya prácticamente terminando las audiencias de base, la  fiscal introdujo una nueva calificación que es la de corrupción agravada", que  contempla una pena de entre 10 y 15 años de cárcel.