Los 27 pilotes que faltan para conectar los dos tramos construidos del puente que unirá la vía marginal del Salado con la calle Carlos Gómez Rendón, en Guayaquil,   aún no se construyen.

La subcontratista encargada de hacerlos se niega a comenzar los trabajos porque, según Marcelo del Pozo, funcionario de la compañía Obracha S.A., JP-Construcciones les adeuda más de 300 mil dólares.

No obstante, el dueño de JP-Construcciones, Napoleón Junco, desmintió aquello. Aseveró que es verdad que existe un saldo a favor de Obracha pero que este “apenas llega a cien mil dólares”.

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Según Junco,  las obras de pilotaje se reanudarán los primeros días de junio. La compañía Semaica se encargará de los trabajos.

El Ministerio de Obras Públicas firmó un contrato con la firma JP-Construcciones   en julio del 2001, después de hacer un convenio con el Municipio de Guayaquil.

El último plazo establecido para culminar el puente vence en diciembre próximo.