El ejército israelí, que destruyó en los últimos días decenas de casas en Rafá, localidad del sur de la franja de Gaza, lanzó el sábado de madrugada tres ataques aéreos consecutivos en ese territorio para eliminar a dos jefes del movimiento radical palestino Yihad Islámica que lograron escapar ilesos, pero otros 17 palestinos resultaron heridos.
Un helicóptero de asalto disparó tres misiles contra un edificio en el que se encuentra la sede de la Yihad Islámica en Gaza, hiriendo a cinco personas, pero el presunto objetivo, Mohamed al Hindi, un dirigente político del movimiento, no estaba allí, según fuentes de la seguridad palestina.
Poco después, otro helicóptero atacó el domicilio de Al Hindi en Gaza. Dos misiles alcanzaron la sede de una organización benéfica de la Yihad hiriendo a doce personas.
Unas horas más tarde, un helicóptero disparó por lo menos un misil contra la casa de un responsable de la facción armada de la Yihad en el campo de refugiados de Rafá, pero Mohamed al Cheij Jalil, jefe local de las Brigadas Al Qods, pudo escapar, según el grupo radical.
Según la agencia de la ONU para la ayuda a los Refugiados Palestinos (UNRWA), más de mil palestinos se quedaron sin hogar en Rafá, tras la demolición de sus casas.
"Cuando entramos en el campo esta mañana, encontramos 88 edificios destruidos que albergaban a 206 familias. En total, 1.064 personas están afectadas", declaró a la AFP Paul McCann, portavoz de la UNRWA.
Una portavoz del ejército israelí confirmó a la AFP la destrucción de "decenas de casas" sin dar cifras concretas, pero afirmó que cada una de esas viviendas había cobijado a combatientes palestinos que habían disparado contra soldados.
Un alto mando militar, citado en la página internet del diario israelí Haaretz, afirmó que el ejército "se disponía a demoler decenas o incluso centenas de casas" en Rafá.
Al parecer, el ejército tiene autorización para destruirlas y "ampliar" el llamado corredor de Filadelfia, que separa la franja de Gaza de Egipto, para impedir que se caven túneles destinados al contrabando de armas.
Un dirigente de la oposición de izquierda en Israel, el diputado Yossi Sarid, del partido Meretz, calificó esas destrucciones de "crímenes de guerra".
El ejército israelí ya destruyó un millar de casas en Rafá desde el comienzo de la Intifada a finales de septiembre del 2000, según UNRWA.
Miles de palestinos conmemoraron el sábado la "Nakba", la catástrofe que supuso para ellos la creación del Estado de Israel (proclamado el 14 de mayo de 1948), seguida del éxodo de cientos de miles de palestinos, mientras su dirigente Yasser Arafat responsabilizaba a Israel del sufrimiento de su pueblo.
"Israel no puede ignorar su responsabilidad moral y política en esta tragedia nacional que hizo daño a los palestinos", dijo Arafat en un discurso televisado.
"El derecho al regreso de los refugiados palestinos es sagrado, confirmado por el derecho internacional. No es justo que alguien les prive de ese derecho", agregó.
En Israel, más de 100.000 personas participaban por la noche en Tel Aviv en una manifestación convocada por los pacifistas en favor de una retirada israelí de la franja de Gaza y la reanudación del diálogo con los palestinos.
Por último, en Ammán, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, dijo el sábado al primer ministro palestino, Ahmad Qureia, que Estados Unidos seguía apoyando la creación de un Estado palestino en el 2005.