Parecen gente normal. Uno era mecánico, otro pescador, un tercero voluntario en su comunidad. Pero aparecen como torturadores de prisioneros iraquíes en la prisión Abu Ghraib, administrada por EE.UU., en unas fotos que muestran toda clase de actos sádicos y lascivos y que han causado revuelo en todo el mundo.