El mensual francés Le Monde Diplomatique celebra mañana su quincuagésimo aniversario con un acto en París que reunirá a conocidos intelectuales y miembros del movimiento alterglobalizador.
 
El premio Nobel de Literatura 1998, José Saramago; el escritor uruguayo Eduardo Galeano, el filósofo francés Jacques Derrida y artistas como Manu Chao y Paco Ibáñez tienen previsto participar en el Palacio de Deportes en el acto, vertebrado por el mensaje que le ha valido parte de su éxito a la revista: la crítica a la globalización y el "pensamiento único".
 
Dirigida por el español Ignacio Ramonet, la publicación, que cumplió medio siglo el pasado día 2, distribuye unos 1,5 millones de ejemplares y obtuvo unos beneficios de 1,5 millones de euros (1,8 millones de dólares) en 2003.
 
En la actualidad, publica en quince lenguas y cuenta con veinticuatro versiones en todo el planeta, de las cuales la edición para España apareció en 1995.
 
Le Monde Diplomatique se ha consolidado como una publicación de "rigor y de verdad", que pretende "ir a contracorriente", según Ramonet.
 
En un editorial titulado "Resistencias" en el número del aniversario, Ramonet explica que "resistir es decir no" a "los nuevos dueños del mundo", los poderes financieros, el Grupo de los Ocho, "la dominación del póquer del mal (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y Organización Mundial del Comercio)", la exclusión, el sexismo, la pobreza, la "regresión social", las guerras preventivas o de invasión, el terrorismo y la censura.
 
Y es decir "sí" a la solidaridad, los derechos de la mujer, una ONU renovada, un plan Marshall para Africa, la justicia social y económica, la supresión de la deuda de los países pobres, el "consenso" de Porto Alegre o una Europa "más social".
 
En una palabra, escribe el editorialista, "resistir es soñar que otro mundo es posible. Y contribuir a construirlo".
 
El tono de los artículos de la revista, firmados por pensadores afines al lema del Foro Social Mundial de Porto Alegre (Brasil), "Otro mundo es posible", está lejos de sus orígenes.
 
El 2 de mayo de 1954, el entonces director del diario Le Monde, Hubert Beuve-Méry, fundó el mensual con el objetivo de brindar a los "servicios diplomáticos y consulares, así como a sus familias" un "órgano dedicado a los acontecimientos y problemas que les interesan especialmente".
 
A la vez, prometió una objetividad "rigurosa" y ninguna injerencia en los asuntos internos de los países.
 
Tras "divorciarse" de la línea editorial de Le Monde en 1973 gracias a un nuevo jefe de redacción, Claude Julien, Le Monde Diplomatique amplió su cobertura con temas sociales, culturales y económicos.
 
Su fuerte denuncia de la Guerra del Golfo en 1991 asentó la corriente ideológica que ha seguido hasta la actualidad, marcada por la oposición al "imperialismo" de Estados Unidos y a la globalización.
 
En 1997, el editorial de Ramonet "Desarmar los mercados" propició la creación de la organización no gubernamental alterglobalización Acción para la Tasa Tobin de Ayuda a los Ciudadanos (Attac).
 
Con motivo de su quincuagésimo aniversario, Le Monde Diplomatique incluye en su número de este mes un cuaderno con las doce portadas más célebres de su historia, como la de enero de 1995 contra "el pensamiento único".
 
Igualmente, desde el 15 de marzo pasado ha salido a la venta una antología llamada "50 años que han cambiado el mundo", de la revista bimestral de Le Monde Diplomatique, llamada Maniére de Voir.