La ampliación de la Unión Europea (UE) fue recibida en Brasil con el recelo de que el bloque comercial que pasó de quince a veinticinco miembros refuerce su política agrícola “proteccionista”.

El gobierno brasileño ya pidió un estudio a la Organización Mundial de Comercio (OMC), para verificar en qué medida podría verse perjudicado por una elevación de aranceles tras la ampliación, indicaron fuentes oficiales.

Si esos temores se verifican, Brasil exigirá compensaciones, como una reducción de aranceles o un aumento de las cuotas de entrada en el mercado europeo de productos como carnes, tabaco, azúcar, frutas, café, maíz y cuero.

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La prensa reflejó esas inquietudes. El diario Folha de Sao Paulo afirmó el sábado que “para Brasil y el Mercosur no hay grandes motivos para celebrar”, dado que “los países que se están incorporando a la UE tienen un comercio similar al del Mercosur y en  algunos casos directamente en competencia” con el bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.