La UE es el bloque comercial más grande del mundo, con 25 países y 455 millones de habitantes.

La entrada en la Unión Europea (UE) de diez nuevos países, ocho de ellos ex comunistas, a las 00h00 del hoy (17h00 de ayer en Ecuador) sella el encuentro del Oeste y el Este de Europa y entierra definitivamente la guerra fría en Europa, casi sesenta años después del final de la II Guerra Mundial, que dejó el continente en ruinas.

El ingreso de tres ex repúblicas soviéticas (Estonia, Lituania y  Letonia), de cuatro ex satélites de la Unión Soviética (Polonia, Hungría, República  Checa y Eslovaquia) y una ex república yugoslava (Eslovenia), consagra una unificación deseada, aunque no sin dudas, por los europeos.

Publicidad

Dos islas mediterráneas, Chipre y Malta, también entran en la UE, pero en el caso de Chipre solo lo hace la parte griega de la dividida nación, tras el fracaso del referendo de reunificación con el sector turco el pasado 24 de abril.

Además Bulgaria y Rumania están en espera para ingresar a la comunidad.

La histórica ampliación de la UE a 25 Estados miembros culmina el fin de un largo proceso construido sobre los escombros del muro de Berlín, que cayó el 9 de noviembre de 1989. Casi quince años después, no queda rastro alguno en Europa de la “cortina de hierro” que separó este y oeste de Europa durante décadas.

Publicidad

En la Europa de los Veinticinco, el centro de gravedad político se trasladará hacia el Este, la frontera de la Unión alcanzará a Rusia y la correlación de fuerzas será tal vez menos federalista y más pro estadounidense.

La nueva UE será “un socio económica y políticamente más capaz de trabajar junto con Estados Unidos y otros socios internacionales para  enfrentar los desafíos del mundo global”, aseguró el primer ministro irlandés Bertie Ahern, cuyo país preside la Unión, en el Wall Street Journal Europe.

Publicidad

“Cincuenta años después de que se iniciara nuestro gran proyecto de integración europea, las divisiones de la guerra fría han desaparecido para  siempre”, “ya no nos separan barreras ideológicas artificiales” y “podemos ser más eficaces al trabajar por la seguridad y prosperidad comunes”, celebró el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi.

La UE “por fin podrá ser capaz de desempeñar un papel mundial importante”, deseó Prodi, aunque las diferencias en asuntos como la guerra contra Iraq lo anuncia difícil.

Veinticinco jefes de Estado y de Gobierno y de altos mandatarios comunitarios, se reunirán mañana en Dublín para el Día de la Bienvenida, que incluye una ceremonia solemne en el palacio de la Presidencia de Irlanda donde las banderas de los 25 países de la nueva Unión se izarán y un coro de 500 niños cantará el himno de la UE y el Himno a la Alegría de Beethoven y en la noche habrá fuegos artificiales.

Los actos tienen un dispositivo de seguridad de 5.000 miembros de la Garda, Policía irlandesa, y 2.500 soldados, por el temor de disturbios callejeros de grupos antiglobalización o ataques terroristas.

Publicidad

Además habrá celebraciones en las capitales de los diez países y en la fronteras comunes entre Alemania, Polonia y República Checa, y entre Austria, Italia y Eslovenia.

Los estonios sembrarán un millón de árboles en todo el país y los lituanos encenderán  velas durante la noche para convertirse en el país más iluminado de la Unión Europea. Desde el pasado 22 de abril, el cielo de Dublín está iluminado por juegos de luces que forman la mayor obra de arte interactiva del mundo, Vectorial Elevation, del artista  mexicano-canadiense Rafael Lozano-Hemmer.