Por orden de tres mujeres que lo cuidan con celo extremo, los viejos compañeros de andanzas de Diego Maradona tienen la entrada prohibida al sanatorio donde se encuentra con su salud en desgracia.
 
Claudia Villafañe, que está tramitando su divorcio de Maradona, tomó las riendas y junto a sus hijas Dalma y Gianinna tendieron un cerco para alejar a lo que ella misma calificó hace tiempo de   las malas compañías.
 
Ya no soy más la señora de Maradona, pero a Diego no lo voy a dejar solo, dijo Claudia a un periodista conocido, quien al revelar a la AP ese episodio pidió reserva de su nombre.
 
Daniel López Maradona, sobrino del 10, declaró a la AP que Claudia y las nenas lo cuidan todo el tiempo y ellas deciden quien puede entrar a verlo.
 
Claudia Villafañe manda. Dalma ejecuta. Gianinna asiste. El resto tiembla, dice este lunes el diario Clarín.
 
Según Clarín, los que tiemblan son los antiguos y nuevos amigos que forman los distintos entornos del astro, la interna familiar, la prensa y hasta los que exageran las demostraciones de afecto al paciente.
 
Claudia, de 42 años, no hace declaraciones desde que su viejo amor cayó otra vez enfermo.
 
Claudia y Diego estuvieron 25 años juntos, con 14 de matrimonio, hasta que en marzo de 2003 ella inició los trámites de divorcio.
 
Dalma tiene 17 y Gianinna 14 y entre las tres se la pasan al lado de Maradona en el cuarto piso del sanatorio donde está internado desde el 18 de abril, luego de presenciar un partido de fútbol de Boca Juniors, su equipo favorito.
 
El semanario Veintitrés dice que ninguna de las personas que lo acompañaron aquel día al estadio pudo entrar al sanatorio. Tampoco pudieron hacerlo el propietario de la casa de fin de semana donde vivía Maradona desde regreso al país el 21 de marzo y muchos menos conocidos de la noche.
 
Otro que tiene la entrada prohibida es el cuñado de Maradona, Gabriel   La Morsa Espósito (casado con Beatriz Maradona), confeso adicto a la cocaína, subraya Veintitrés.
 
Tampoco pudo hacerlo Guillermo Cóppola, ex apoderado de Maradona, quien fue a verlo horas después de su internación y al que Claudia le bajó el pulgar, según coinciden diversos medios de prensa. Semanas atrás, Maradona dijo que Cóppola lo defraudó como administrador de sus bienes.
 
Es público que hay que identificarse para poder entrar al sanatorio donde se encuentra el   Pibe de oro. Entonces, un empleado del lugar consulta a alguna de las tres mujeres y ellas deciden quien puede subir a verlo.
 
Los únicos que tienen acceso libre son los padres de Maradona y sus hermanos, según dijo López Maradona.
 
El resto tiene que esperar una autorización y así pasó con el presidente de Boca Mauricio Macri, el técnico Carlos Bilardo y los futbolistas Carlos Tevez y Ariel Ortega, entre muchos otros que lo fueron a ver.
 
A los visitantes se les pide que traten de evitar hablar con la prensa y que si lo hacen omitan aludir a la salud de Maradona, dijo Bilardo a la AP.
 
Y cuidado con que alguien hable mal de Maradona o insinúe hacerlo y que Claudia, Dalma o Gianinna se enteren.
 
Días atrás, el conocido periodista de la televisión Mauro Viale estaba en su programa hablando sobre el caso del   10 y ante de pasar a un corte de publicidad dijo que sobre Maradona   hay otra historia que esta noche vamos a contar.
 
En la reanudación del programa llamó Gianinna, la menor de las hermanas, y dijo al aire:  Vos decís que sos amigo de mi papá? Bueno, entonces dejá de decir b.. (estupideces) e inventar historias por un punto más de rating.
 
Ya le chupaste demasiado la sangre a mi papá, agregó Gianinna. Y cortó.
 
Hacía más de un año que Maradona no venía a la Argentina y desde entonces apenas vio a sus hijas y a Claudia, en este último caso por cuestiones relacionadas con la separación o de negocios.
 
Maradona, de 43 años, está radicado en Cuba desde el 2000, poco después que sufriera una cardíaca, la cual se atribuyó a su admitida adicción a las drogas.