Diario El Tiempo, de Bogotá, asegura que el operativo cuenta con el apoyo de EE.UU. “Por más espesa que sea la selva y agreste, allá llegaremos para derrotarlos”, dijo el Mandatario.

El gobierno del presidente colombiano, Álvaro Uribe, puso en marcha el Plan Patriota, que busca cambiar el equilibrio de la guerra contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), aseguró ayer el diario El Tiempo en su página en internet.

El objetivo de este plan es desplegar una fuerza de 15.000 hombres en las selvas y poblados en el sur del país, donde el grupo guerrillero tiene presencia histórica y mantiene intacta su retaguardia estratégica, afirma el diario.

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Para definir la estrategia, hubo decenas de reuniones entre el Ejecutivo y la cúpula de las fuerzas militares con el Comando Sur y los departamentos de Estado y Defensa de Estados Unidos.

Primera fase
La primera fase del plan fue la operación en Cundinamarca, que comenzó en junio del 2003, y recibió el nombre de Libertad 1, que en seis meses dejó fuera de combate a cinco jefes de frentes guerrilleros.

El general que lideró la Quinta División, Reinaldo Castellanos, una vez que entregó el parte de victoria en el centro del país, fue puesto por Uribe al mando de la Fuerza de Tarea Conjunta del Sur, que será la unidad desde la que se penetrará a los territorios insurgentes, asegura el rotativo.

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Un alto funcionario del régimen, que prefirió el anonimato, dijo que el Plan Patriota “es la estrategia a la que el presidente Uribe le apuesta todo para derrotar a la guerrilla”, pero agregó que “el resultado de este depende qué tanto nos dure el conflicto”.

Las sesiones registradas desde el año pasado han sido con militares adscritos al Comando Sur, para los aspectos tácticos, y con funcionarios de los departamentos norteamericanos de Estado y de Defensa, que venderán el tema en materia política y de presupuesto en Washington.

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El general norteamericano James T. Hill, jefe del Comando Sur de Estados Unidos, se reunió por lo menos diez veces con uniformados colombianos en Miami o en Colombia y es uno de los más entusiasmados con el plan, según El Tiempo.

“Los militares han desarrollado un plan operativo y táctico que literalmente lleva la guerra a partes de Colombia donde no han tenido presencia en 20 años. Va a llevarles la guerra a sus enemigos (...) y tiene el potencial para propinar un golpe decisivo a los narcoterroristas”, dijo Hill.

Son fuerzas móviles y escuadrones especiales de selva que se entrenan exclusivamente desde el año pasado. Unos tienen la misión de copar el territorio; otros, como las unidades de comando, se concentrarán en “blancos de alto valor” y en penetrar los sitios más recónditos de las FARC. Las tropas coparían por lo menos durante un año el corazón de la guerrilla.

El presidente Uribe ha repetido “que nos esperen allá tranquilos (los guerrilleros), porque por más espesa que sea la selva y agreste la topografía allá llegaremos para derrotarlos”.

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Segunda etapa
El primer capítulo de esta nueva fase del plan comenzó el 31 de diciembre del 2003, con la operación Año Nuevo, llamada de “ablandamiento”, en Caquetá. Las tropas llegaron hasta La Unión Peneya (Caquetá), donde se concentra el frente 15 de las FARC.

La Fuerza de Tarea del Sur se movilizará entre Guaviare, Meta, Caquetá y Putumayo, con su puesto de mando en la base de Larandia (Caquetá), pero busca construir una base militar en Araracuara (Caquetá, en límites con el Amazonas), adonde solo se llega en avión o después de quince días de viaje en lancha.

En ese lugar está, desde enero, el batallón 55 de la Primera División del Ejército, que combatió al Ejército de Liberación Nacional en la autopista Medellín-Bogotá. La preparación de las tropas se concentró en la creación de las brigadas móviles 10 y 11 y un componente especial de la Infantería de Marina.

“Para otorgarles el máximo apoyo en este esfuerzo, la administración norteamericana ha recomendado que el mandato del Congreso, que limita a 400 soldados y 400 contratistas el número de personal (que se puede enviar a Colombia), sea elevado a 800 y 600, respectivamente”, anotó Hill.

La participación de EE.UU. en esta campaña militar será definitiva, y por eso no sería extraño que los recursos que llegan para el Plan Colombia de ahora en adelante sean para el Plan Patriota, aseveró El Tiempo.

DISPAROS
Inversión

La ayuda en Washington está diseñada para tres años de ofensiva y en el 2004 se destinarán 110 millones de dólares para entrenamiento, armas, equipos de comunicación para los grupos élites del Ejército y las Brigadas de Fuerzas Especiales (Fudra).

Aviones

Se comprarán dos aviones de combate AC-47 y cuatro aviones para el transporte de tropa C-130. Para el 2005 hay pedidos otros 110 millones de dólares que aún debe aprobar el Congreso norteamericano.

Entrenamiento

Se establecerá un Centro de Entrenamiento Nacional para que Colombia por sí sola pueda continuar con el entrenamiento de soldados que hoy es responsabilidad de EE.UU.

Atención médica

Como se pretende llevar la guerra a zonas remotas, se comprarán equipos para evacuación de heridos y tratamiento médico en los campos de batalla.

Próximo plan

Ya se elabora el plan del 2006, que contaría con 100 millones de dólares para respaldar todo lo creado hasta la fecha.

Datos
Extensión
La Fuerza de Tarea del Sur se movilizará entre los departamentos del Guaviare, Meta, Caquetá y Putumayo (cerca del Ecuador).

Reuniones
El general norteamericano James T. Hill, jefe del Comando Sur de EE.UU., se reunió por lo menos diez veces con uniformados colombianos en Miami o en Colombia y es uno de los más entusiasmados con el plan, según el diario El Tiempo, de Bogotá.

Ayuda
La ayuda en Washington está diseñada para tres años de ofensiva y en el 2004 se destinarán 110 millones de dólares para entrenamiento, armas, comunicación para los grupos élites.