El desconocimiento sobre la prehistoria del Litoral ecuatoriano, ya sea de las provincias, ciudades y en particular de nuestra Santiago de Guayaquil, es un hecho. Es evidente que los esfuerzos por dar a conocer los trabajos de investigación y difundirlos por la prensa, charlas a docentes y público en general, han pasado inadvertidos, pero seguir aceptando y repitiendo las leyendas o cuentos, es peor. Esto es un antecedente para aclarar expresiones que aparecen en la prensa como la que dice que cierta zona servirá de nexo con el islote Cross, donde se levantará una gran escultura de 25 metros de alto, de Guayas y Quil.
Dora León Borja de Szaszdi (guayaquileña) y Adam Szaszdi (húngaro), en sus investigaciones sobre Guayaquil, publicadas en España en 1965 y 1975, contribuyeron con la verdadera historia de la ciudad. En documento fechado el 5 de marzo de 1539 y firmado por el marqués Francisco Pizarro (Archivo General de Indias -AGI-Sevilla. Patronato 145, N 1, ramo 6) dice: “…, en nombre de su magestad, y hasta que se haga el repartimiento general e yo proveo otra cosa, os depossito el cacique Uguay, que es de la nación de los guancauilimas, y otro que se llama Guayaquile, con sus indios, el cual es en la Culata …”. Con estas informaciones sabemos que el cacique se llamaba Guayaquile -no Guayas, peor que su compañera sea Quil y con título de princesa- y estaba en la Culata, en la baja cuenca del Guayas. Arqueológicamente Guayaquile y sus indios, como lo menciona ese documento, pertenecen a la cultura Milagro del periodo de Integración (500 D.C. - 1530) y, a este grupo étnico mencionado por algunos cronistas, se lo conoce como Chono y no Guancavilca (así, con g). Que la mencionada escultura por realizarse sea solo del cacique Guayaquile.
Arqlgo. Javier Véliz Alvarado
Guayaquil