Antiabortistas intentaron contrarrestar este domingo una gran manifestación de partidarios del aborto en Washington con impactantes fotografías de fetos ensangrentados, consignas agresivas y referencias a la religión.
La manifestación en contra del aborto coincidió con otra multitudinaria en favor de defender la legalización del aborto que rige en Estados Unidos por decisión de la Corte Suprema desde 1973 y que algunas organizaciones feministas y de defensa de los derechos de la mujer ven amenazada por parte de la administración de George W. Bush.
"El aborto es un genocidio" rezaba la parcarta que sostenía un joven con el pelo pintado de verde junto a una mujer de unos 36 años que vociferaba por altoparlantes que estaba "arrepentida de haber abortado".
"Me hice un aborto a los 17 años bajo la presión de mis padres y de mi novio. Intenté suicidarme y estuve al borde del alcoholismo", explicó a la AFP Barbara Gough, de Idaho (noroeste) que es madre de cuatro hijos.
Utilizando fotografías gigantescas en colores de fetos y haciendo referencia a la religión, los antiabortistas son en su mayor parte jóvenes, y entre ellos los hombres son numerosos.
"11 de setiembre: 3.000 personas muertas por terroristas, 25 de abril de 2004: 4.000 personas muertas por los pro abortistas", denunciaba una pancarta.
"Dios dijo Multiplíquense , no mátense ", o "Basta de matar a nuestros hijos", proclamaban otros carteles.
"El aborto es la muerte de una vida inocente", dijo a la AFP Samantha Hammer, de 19 años y oriunda de Virginia (este).
"Somos la juventud y más de un tercio de nuestra generación ha sido asesinada por el aborto. Más de 4.000 bebés son asesinados cada día en Estados Unidos por el aborto legal", afirmó.
Al comienzo ambas manifestaciones, pro y anti aborto se ignoraron al cruzar su camino.
No obstante el clima subió de tono entre algunos grupos feministas pro abortistas, como el "Radical Women" que denunció la injerencia de la religión en la cuestión al gritar con vehemencia "saquen sus rosarios de mis ovarios".
Al final de las manifestaciones se produjeron intercambios de consignas entre los dos grupos, con apelaciones a Cristo por parte de los anti abortistas que denunciaron "un holocausto".
Dieciséis de estos militantes, pertenecientes a la Coalición de la Defensa del Cristianismo, fueron interrogados por la Policía, según dijo a la AFP el portavoz de esa fuerza en Washington, Scott Sear.
En últimos seis meses Bush firmó dos leyes: una que prohíbe un método de aborto tardío y otra que le da identidad jurídica al feto en caso de violencia contra la madre, lo que los pro abortistas ven como un intento de volver a poner en la palestra la cuestión del aborto legal.