A propósito de los insectos que proliferan en nuestro medio, hablaré de aquellos que son chupadores de sangre como los mosquitos
Anopheles, que proliferan en aguas limpias del suelo, que transmiten la malaria y son de actividad nocturna.
Culex, abundan en aguas pútridas estancadas, transmiten el virus de la encefalitis y asoman en las noches.
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Aedes aegypti, viven en aguas limpias domiciliados con el hombre y son causantes del dengue, fiebre amarilla y son de actividad diurna.
Asimismo, existen las mosquitas simúlidos en las piedras de canto redondo, en los ríos de una sola corriente y producen la oncocercosis. Son de actividad diurna; en cambio las flebótomos anidan en la oquedad de los árboles y las hojarascas, sus larvas reptan en la arena y tierras arcillosas húmedas, y transmiten la leishmaniasis, siendo de actividad nocturna.
Los chinchorros triatominos proliferan en desechos, cañas viejas, empapelados, ladrillos, piedras, subpisos; conviven con cucarachas, zorros y ratas; y son portadores de la enfermedad de chaga, y su actividad es nocturna.
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Todos estos insectos hematófagos después de ingerir la sangre descansan en paredes oscuras para digerirla, cuyos nutrientes alimentan al insecto y a la vez estimulan la postura de huevos. Si son perturbados en su reposo, vuelven a picar, incluso en el día.
¿Cómo evitar la picada de los insectos hematófagos?:
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Vistiendo pantalones y camisas de mangas largas, así como medias. Para las partes del cuerpo que no se pueden cubrir usar repelentes. Colocar toldos para dormir, y rociar en el ambiente insecticidas por aspersión que mata a los insectos que están volando o en reposo.
Entomólogo Aurelio Villavicencio Chóez
Guayaquil