No es posible que en economías como la de este país se siga aplicando el cobro de una tarifa básica mensual por el solo hecho de tener un teléfono en la casa u oficina, la una de $ 6 para residencia y la otra de $ 12 el sector comercial, que sumado al 15% de ICE y el 12% de IVA toca pagar más de lo que a veces se consume.
Eso es un atentado al bolsillo de los ecuatorianos. Pienso que este asunto -al igual que la luz que acertadamente bajará en un porcentaje mínimo para conciliar la depresión económica de las familias y comercios ecuatorianos- también merece un estudio.
No debería cobrarse una tarifa básica mensual o eliminarse el cobro del IVA, es antitécnico. La Defensoría del Pueblo debió desde hace rato haber liderado una campaña para eliminar este rubro.
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Cuando llega la planilla de teléfono con un consumo de apenas $ 24 se debe pagar cerca de $ 54 (casi el doble).
Así las cosas en este país no mejorarán nunca. A la postre, esa tarifa básica mensual es para financiar el piponazgo, mientras nosotros pagamos sus sueldazos.
Ojalá algún diputado atienda este reclamo en defensa de los consumidores del país.
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Ab. Juan Carlos Abad Fernández
Guayaquil