El presidente saliente del gobierno español, José María Aznar, dijo en una entrevista publicada este miércoles que las naciones no pueden protegerse del terrorismo simplemente al mantener una actitud neutral respecto a Iraq.
El apoyo español a la guerra estadounidense contra Iraq fue "el pretexto, no la causa de los atentados en el sistema ferroviario de Madrid", dijo Aznar al diario The Times.
"Nadie está libre de peligro. No hay un solo país que no esté en riesgo... No hay neutralidad contra este tipo de terrorismo, y quienes tratan de ser neutrales posiblemente sean quienes más sufran", dijo Aznar.
El Partido Popular de Aznar, que apoyo la guerra en Iraq a pesar de la fuerte oposición política y popular, perdió los comicios generales realizados tres días después de los ataques del 11 de marzo, los cuales dejaron 191 muertos. Muchos en España consideraron los atentados como una venganza por el apoyo de Aznar a la acción militar en Iraq.
El dirigente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien sucederá a Aznar el viernes, ha prometido retirar a los 1.300 soldados españoles que se encuentran en Iraq para el 30 de junio, si las Naciones Unidas no asumen entonces el control del país.
Aznar dijo que la amenaza del terrorismo no discrimina entre las naciones que apoyan la guerra y quienes se opusieron a ella. Aunque Aznar no las mencionó, Francia y Alemania estuvieron en contra de la invasión encabezada por Estados Unidos.
"Hay ciertas personas en Europa que solamente quieren ver para otro lado", dijo Aznar.
"¿Acaso debemos de esperar a que ocurra otro ataque o debemos enfrentar el terrorismo con todas sus consecuencias? Estamos en una guerra. Uno puede ser atacado, uno puede ser lastimado y puede que sea doloroso. Creo que el (nuevo) gobierno español y otros tendrán que pensar muy seriamente al respecto", indicó.
Las autoridades españolas dicen que sus investigaciones se centran en torno al Grupo de Combatientes Islámicos de Marruecos, una organización relacionada con la red terrorista Al Qaeda.
Inicialmente el gobierno de Aznar había acusado al grupo vasco ETA de los atentados, posición que mantuvo incluso cuando había un número cada vez mayor de informaciones sobre la posibilidad de que se hubiera tratado de terroristas islámicos. En respuesta, la oposición acusó a las autoridades de encubrimiento.
Aznar dijo al Times que era una "infamia el expresar que había buscado ocultarle la verdad a los españoles".
"El gobierno, desde el principio, dio toda la información que tenía", dijo.