Fed Olivi, copiloto del avión que lanzó la bomba atómica en Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial, murió el domingo a los 82 años de edad.

Olivi nunca se arrepintió de su acción a bordo del B-29 apodado Bockscar, que el 9 de agosto de 1945 causó la muerte o hirió a unas 75.000 personas y devastó un tercio de la ciudad. Seis días después se rindió Japón.

Olivi afirmó que si no hubiesen lanzado esa segunda bomba atómica la invasión del país nipón habría provocado un baño de sangre. Por ello se opuso a una exposición de la Institución Smithsonian, –de carácter público– en un museo de Washington con motivo del 50 aniversario del bombardeo.

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“Promueve más la simpatía a los japoneses que a nosotros”, dijo entonces. La exposición fue modificada tras recibir críticas como la suya.

Olivi se alistó en la fuerza aérea del ejército tras el bombardeo japonés de Pearl Harbor.