La actuación del comandante guayaquileño Rafael Morán Valverde, testimonió un ejemplar patriotismo durante la gesta histórica de la batalla Naval de Jambelí, suscitada el 25 de julio de 1941. Morán Valverde vino al mundo un día como hoy de 1904, por lo que se exalta el primer centenario de su nacimiento.

Morán abrazó la carrera militar y brilló como el prototipo del marino diestro, disciplinado y aguerrido que mantuvo en alto el amor por el suelo natal.
Sus padres fueron Agustín Mora Jara y Cleotilde Valverde Yépez.

Estudió la secundaria en el plantel Tomás Martínez e ingresó a la Escuela Naval en 1924. Por su dedicación obtuvo ascensos de rigor y galardones, recibió entrenamientos en Chile y durante su carrera fue oficial del cañonero Cotopaxi, motovelero Patria, buque escuela Presidente Alfaro, aviso Atahualpa y del cañonero Calderón.

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La batalla
El 25 de julio de 1941 en las aguas del canal de Jambelí, cumplió una de las páginas más brillantes de la memoria ecuatoriana, cuando el pequeño barco que él comandaba, averió y sacó en fuga al destructor Almirante Villar, de la  fuerza naval  peruana,  que encabezaba una flotilla invasora en el golfo de Guayaquil.
Obtuvo la Cruz de Guerra y en 1944 se retiró de la Armada, aunque siguió laborando en la marina mercante.

Falleció el 2 de mayo de 1958 y en septiembre del mismo año fue ascendido posmórtem al grado de capitán de fragata. En 1960 se lo declaró Héroe Nacional, junto a los demás tripulantes del cañonero Calderón.

Un estudio del teniente de Navío Jorge Álvarez Betancour, en 1985, catalogó a Morán Valverde en su ambiente familiar como “no emotivo, activo y primario, es decir sanguíneo, que tomaba las cosas pasivamente y era muy simpático”.

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El documento habla que también era recto y muy querido, por lo tanto se hacía lo que él quería. Para Álvarez era además tierno, respetuoso y considerado, con elevada pasión sensorial. Efraín Crespo Figueroa, quien fue en 1943 grumete de Morán Valverde, lo define como “muy nacionalista, que admiraba a los artistas nacionales de última moda”. La batalla 1941. Las tropas peruanas iniciaron la invasión.

En esas circunstancias, el 25 de julio de ese año el teniente Morán Valverde, al mando de 60 valientes, que conformaban la dotación del cañonero, lograron derrotar en combate naval desigual al destructor Almirante Villar, constituyéndose este hecho en una heroica y memorable gesta.

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La acción de guerra se inició a las 23h00 del 24 de julio de 1941, en que zarpó el Calderón desde Guayaquil, al mando de Rafael Morán Valverde. Se inició de esta forma la navegación y siendo las 06h00 del 25 de julio, llegaron hasta Jambelí. A las 11h15, cuando navegaban con rumbo al norte, el vigía anunció la presencia de un buque, el destructor Almirante Villar, que conformaba la fuerza naval peruana. A las 11h25 se ordenó el zafarrancho. El Calderón repelió el ataque abriendo fuego, lo que dio inicio al duelo que duró pasado el mediodía.