Al menos 18 militares nepalíes y nueve rebeldes maoístas han muerto en los violentos combates que se desarrollaron durante la madrugada de hoy en el remoto distrito noroccidental de Myagdi, informaron fuentes de seguridad en Katmandú.
Un portavoz del Ejército Real nepalí dijo a los periodistas que se ha confirmado la muerte de 11 soldados, siete policías y nueve maoístas en los enfrentamientos en la ciudad de Beni, unos 300 kilómetros al noroeste de la capital nepalí.
Pero el portavoz añadió que "hasta 500 rebeldes" podrían haber muerto o resultado heridos" en los combates.
Las cifras de bajas se han anunciado horas después de que pararan los enfrentamientos esta mañana, después de que centenares de rebeldes maoístas atacaran a primera hora de la madrugada la cárcel y una oficina de la administración del distrito en la ciudad de Beni, según fuentes policiales.
Los rebeldes, que luchan por un estado republicano desde 1996, atacaron la ciudad, cuyas redes de comunicaciones quedaron destruidas, añadieron las fuentes.
Unos mil miembros de las fuerzas de seguridad de una base militar local defendieron la ciudad, y de ellos más de 25 están desaparecidos, incluyendo a varios altos oficiales.
El Ejército real de Nepal envió un helicóptero armado a la zona para intentar repeler el ataque maoísta.
Las conexiones telefónicas y de otros tipos con Beni quedaron cortadas desde medianoche y hasta ahora no habían sido restablecidas, pero un periodista que consiguió llegar hasta la remota ciudad dijo a la radio local que también han muerto civiles en los combates.
El de hoy es el mayor ataque contra las fuerzas de seguridad desde que el Gobierno y los rebeldes maoístas rompieran un alto el fuego en agosto del año pasado.
Beni es una pequeña localidad comercial a unos 300 kilómetros al noroeste de Katmandu, en la que hay una fuerte presencia de rebeldes maoístas, que el mes pasado mataron a 30 personas en un ataque al distrito de Bhojpur.
La ofensiva contra Beni se ha producido el mismo día e que el rey Gnendra y la familia real asisten a un festival hípico en Katmandú organizado por el Eército Real de Nepal.
Los maoístas han reclamado recientemente negociaciones de paz con el Gobierno, preferiblemente con la mediación de la ONU. También han bloqueado 13 distritos occidentales y centrales para forzar al Gobierno a negociar.
Pero el primer ministro, Surya Bahadur Thapa, ha rechazado la mediación extranjera en las negociaciones, aunque ha mantenido la puerta abierta a las conversaciones.
Más de 9.000 personas han muerto desde la insurrección en 1996, y según Amnistía Internacional el conflicto está agravando la situación de los derechos humanos en Nepal, en especial por el alto número de "desapariciones" entre supuestos simpatizantes maoístas a manos de las fuerzas gubernamentales.