La Procuraduría general de México (PGR) intervino administrativamente el diario "El Independiente", propiedad del  empresario argentino-mexicano Carlos Ahumada, quien se mantiene en paradero  desconocido tras ser acusado de fraude y otros delitos, informó el organismo.
 
"En autos de la indagatoria correspondiente, instruida en contra del señor  Carlos Ahumada, por el delito de operaciones con recursos de procedencia  ilícita, se dictó el aseguramiento ministerial del diario El Independiente ,  el cual fue notificado conforme a derecho", informó la PGR en un escueto  comunicado difundido la noche del sábado.
 
Más temprano, elementos de la Policía catearon las oficinas de otra empresa  de Ahumada, quien además es dueño de varias firmas constructoras y de los  equipos de fútbol Santos y León (segunda división).
 
La intervención del diario incluye el congelamiento de los activos de la  empresa periodística, que por ende se encuentra imposibilitada para vender los  bienes del periódico.
 
El diario "fue asegurado, pero no hubo un cateo, (la medida) es para que  nadie lo intervenga, sirve para que nadie pueda sacar (documentos) de  contabilidad, pero va a seguir funcionando normalmente", dijo a la AFP una  fuente del matutino que pidió no ser identificada.
 
Carlos Ahumada cuenta con una orden de aprehensión por un presunto fraude  de 31 millones de pesos (unos 2,7 millones de dólares), en perjuicio de la  administración de la ciudad de México.
 
El empresario apareció a principios de marzo en un vídeo difundido por la  televisión mexicana, entregándole una fuerte cantidad de dinero al líder de la  Asamblea legislativa de la capital, el diputado René Bejarano, lo que dio  inició a un sonado escándalo de corrupción que implicó a altos funcionarios de  la alcaldía capitalina.
 
El periódico "El Independiente", cuyo director renunció hace 10 días cuando  se dio a conocer el llamado "vídeo corruptor", nació hace nueve meses con un  financiamiento mayoritario de Carlos Ahumada.
 
En esta semana el equipo editorial del diario también decidió renunciar,  porque el empresario no aceptó deslindarse de la empresa periodística, mediante  una venta que le era solicitada por sus trabajadores.