A pesar del cansancio que exhiben algunos procesos democráticos en el continente, América Latina ofrece índices sólidos de progreso capaces de afirmar a la región como un área de florecimiento general, afirmó un estudio sobre la democracia y las instituciones latinoamericanas.
 
Gran parte de los problemas que ha confrontado históricamente la región obedecen a la debilidad de sus instituciones, agregó el trabajo Democracia Amenazada? del Instituto Fernand Braudel de Economía Mundial divulgado el sábado.
 
El trabajo es el eje de un seminario que se celebrará de lunes a miércoles en Sao Paulo con la participación líderes y analistas de América Latina.
 
Entre los asistentes anunciados están el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, el ex ministro de hacienda de México, Jesús Silva-Herzog; los ex presidentes de los bancos centrales de Argentina, Javier González Fraga y de Perú Richard Webb; y la chilena Marta Lagos, del instituto Latinbarómetro.
 
Los progresos de la región en los últimos 50 años han sido enormes, señaló la investigación preparada por el investigador Normal Gall, director del instituto.
 
En ese tiempo, la población latinoamericana y caribeña más que triplicó, ayudada por el crecimiento de la expectativa de vida, de 51 a 69 años, y el descenso de la mortalidad infantil en más del 70%, de 126 a 36 por mil nacidos vivos, según el documento.
 
La alfabetización y la asistencia escolar crecieron espectacularmente, pese a que la calidad de la instrucción desperdicia gran parte de las inversiones públicas, agregó.
 
También señaló que el mejoramiento del servicio de transporte mejoró y facilitó ondas migratorias en masa, en tanto que la radio y la televisión ganaron acceso casi universal. Y la expansión del servicio de electricidad posibilitó que las familias compren refrigeradores y otros aparatos domésticos que transformaron la vida en las regiones rurales.
 
En 2000, América Latina era una región más urbana que Europa, con tres cuartos de su población instalados en pueblos y ciudades. Ese año, megalópolis como Sao Paulo contenían más gente que la que había en el mundo entero al rayar la era agrícola.
 
Como corolario, la inflación que azotó a la región fue en la mayoría de los casos domada y reducida a niveles tolerables. Pero es necesario que las instituciones se fortalezcan para atraer más inversiones productivas de capital y afianzar una mejor distribución de riqueza, justicia y seguridad y generar mejores oportunidades para todos, dijo Gall.
 
Todas estas mejoras han fortalecido la vocación por la democracia en la región, agregó..
 
El investigador colocó la revuelta popular que en Bolivia depuso al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada el año pasado como uno de los más graves reveses en la región.   La revuelta privó a ese país de la oportunidad de convertirse en centro de suministro de energía para el hemisferio, señaló.
 
El investigador destaca como ironía que la ciudad de El Alto, el área urbana centro de la revuelta, era hace 40 años sólo un caserío sin importancia y que creció en población e influencia merced a las transformaciones registradas en la región.