A pesar de que Citibank cerró sus operaciones en tres ciudades, sus representantes mantienen sus estrategias de negocios en el mercado ecuatoriano.

Ahora contará solo con oficinas en Quito y Guayaquil para seguir con sus operaciones financieras. Hace varios meses cerraron las agencias de Cuenca, Manta y Ambato.

Según sus funcionarios, se trata de una estrategia para mejorar y optimizar la eficiencia de sus servicios.

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El primer paso fue una alianza con Servipagos para que los clientes ubicados en Cuenca, Manta, Ambato y otras ciudades tengan facilidades en la cancelación de sus obligaciones. La idea es evitar que los clientes acudan a las agencias de Quito y Guayaquil.

La entidad bancaria tiene 40 años operando en el país pero ahora se quedó con dos oficinas. Sus clientes son las grandes empresas, industrias y corporaciones.

El objetivo es afinar adecuadamente nuestro plan de negocio y nuestra estrategia corporativa, señaló Lucía Ojeda, funcionaria de Citibank.

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“A diferencia de otras instituciones financieras que han cerrado operaciones en la región, en Citibank hemos implementado una estrategia visionaria para fortalecer nuestra presencia en todos los países en donde operamos y posicionar nuestro negocio”, añadió.

Los representantes del banco explicaron además que sus empleados seguirán con las visitas a sus clientes para ofrecer sus servicios.

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Para varios analistas bancarios, la decisión de reducir de cinco a dos agencias de Citibank es para bajar los gastos administrativos.

Según las estadísticas de la Superintendencia de Bancos (SB), el Citibank registra, a enero del 2004, más de 177 millones de dólares en activos y acumula una cartera (préstamos) de 44,8 millones.

La morosidad (clientes que no pagan) llega al 2,13%.

 

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