Un grupo de buzos especializados, auxiliado por una grúa del puerto de Montevideo, sacaron del agua el telémetro del acorazado  alemán Admiral Graf Spee, hundido en el Río de la Plata desde diciembre de 1939, constató un periodista de la AFP.
 
La expedición, comandada por el buzo uruguayo Héctor Bado, había salido este miércoles de mañana a la zona del hundimiento, a unos 8 km de la costa  montevideana.
 
Un intento anterior de rescate, el pasado 9 de febrero, había fracasado debido a los vientos que afectaron la zona del hundimiento y que dificultaron  las maniobras de una grúa particular y de los buzos.
 
El telémetro es un instrumento óptico que se utilizaba para apuntar los cañones del acorazado, mediante cálculos trigonométricos que permitían definir la distancia y el rumbo en el que se encontraban las naves enemigas.
 
Además, a su frente, el telémetro "tenía adosado el primer equipo de radar que fue montado en buques de guerra", explicó Bado días atrás a la AFP al destacar la importancia histórica de la pieza.
 
La operación de rescate fue organizada por el empresario Alfredo Etchegaray  y comandada por dos uruguayos, el buzo Héctor Bado y el capitán de navío  Alberto Braida.
 
El Graf Spee y la flotilla británica en el Atlántico Sur protagonizaron el  13 de diciembre de 1939 la Batalla del Río de la Plata, donde el buque inglés  Exeter resultó gravemente averiado y se retiró con 61 muertos a bordo, mientras  que el barco alemán se refugió en el puerto de Montevideo.
 
En la capital uruguaya fueron sepultados 36 marinos alemanes y el gobierno  le concedió al capitán alemán Hans Langsdorff 72 horas para reparar las averías  y abandonar el puerto.
 
La nave dejó la bahía el 17 de diciembre y a pocas millas fue hundido por  su capitán. Los 1.100 tripulantes del Graf Spee y Langsdorff se trasladaron a  Buenos Aires, donde el 20 de diciembre del mismo año el capitán alemán se quitó  la vida.