Decenas de pescadores en huelga desde hace seis días, continuaban este miércoles impidiendo el ingreso a los laboratorios y oficinas del parque nacional Galápagos y la estación científica Charles Darwin.
 
La protesta se mantiene, de manera pacífica, pero no podemos ingresar a nuestras oficinas, precisó a canal 4 de televisión el director del parque, Edwin Naula.
 
Informó que el grupo, de alrededor 40 pescadores, ocupa desde el jueves las oficinas e instalaciones del parque, ubicadas en las islas Isabela y Santa Cruz, las dos más grandes del archipiélago, a 1.000 kilómetros de las costas ecuatorianas.
 
Los pescadores están obstaculizando las actividades turísticas de las islas, dijo al confirmar que decenas de turistas son impedidos de ingresar a mirar a las tortugas gigantes y a sus criaderos, en la estación Darwin, uno de los mayores atractivos de las islas.
 
Reiteró que los pescadores, todos ellos artesanales, demandan la derogatoria de una ley que regula la pesca en las aguas adyacentes a las costas de Galápagos, preservando el equilibrio marino.
 
Derogar esa ley sería atentar contra la vida marina de las islas, señaló Naula, descartando totalmente la posibilidad de eliminar la Ley Especial de Manejo de Galápagos.
 
Los pescadores piden también desistir de los juicios impuestos a sus colegas, acusado de atentar contra la reserva marina del archipiélago.
 
Frecuentemente, la armada y el personal del parque capturan pequeños botes, repletos con aletas de tiburón y del molusco pepino de mar, ambos productos muy codiciados en los países asiáticos, donde se le atribuyen efectos afrodisíacos, y cuya pesca es ilegal.
 
Otros barcos utilizan artefactos de pesca letales para otras especies en peligro, afectando globalmente a la vida marina del archipiélago.