Los hechos de la historia no se repiten, se camuflan. El colonialismo deprimente y opresor hoy se llama centralismo dominante y desalentador.

Si la península de Santa Elena pretende convertirse en provincia, es porque tiene un amplio territorio con playas, variedad de climas, de especies animales y vegetales; carreteras de primer orden, de enlace con la Ruta del Sol; infraestructura de energía eléctrica; comunicaciones; centros arqueológicos y culturales que conectan al pasado.

Igualmente cuenta con una infraestructura educativa (planteles, universidades); un centro-hospital para enfermedades de cáncer; proyectos turísticos; organizaciones comunales que se han abierto al progreso; una red transportista de cooperativas; y entidades bancarias.

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La Península posee una organización agropecuaria de 42.000 hectáreas para producir cosechas de alimentos de Sierra y Costa; un amplio renglón para la pesca, y centros importantes para la captura y el procesamiento del pescado en Chanduy, San Pablo, Palmar, Ayangue, San Pedro; así como una riqueza acuícola con infraestructuras para las larvas del camarón, con camaroneras y laboratorios.

En este suelo existen pueblos artesanales como Atahualpa, Valdivia, pero sobre todo el coraje del peninsular para unirse y buscar la grandeza de su región, madre patria de sentimientos y cuna de la nacionalidad.

Ab. Nicolás A. Barrera Miranda
Santa Elena