Uno de los grandes misterios navales, la suerte del "HMS Beagle", el legendario barco en el que el naturalista Charles Darwin navegó por el mundo para desarrollar su teoría de la evolución, parece haberse resuelto finalmente.
 
Robert Prescott, profesor en la Universidad de Saint Andrews (Escocia) y uno de los arqueólogos marinos más importantes del mundo, asegura haber hallado el navío, perdido durante más de un siglo.
 
Con la ayuda de unos radares tecnológicamente muy avanzados, Prescott cree haber descubierto los restos de la nave en las profundidades del estuario del río Roach (costa sureste de Inglaterra), cerca de un embarcadero abandonado.
 
"Estoy bastante seguro de que ahora hemos encontrado el Beagle", dijo el profesor al dominical británico "The Observer", al explicar que el barco, aún intacto en su mayor parte, podría extraerse del agua para su restauración.
 
El buque, del que la Agencia Espacial Europea (ESA) tomó el nombre para bautizar el robot "Beagle 2" que envió el pasado año a Marte, es "un icono histórico y sería un centro magnífico de peregrinaje científico", según el arqueólogo.
 
La embarcación, botada en 1820 en el astillero de Woolwich en Londres, a orillas del río Támesis, era un bergantín de unos treinta metros de eslora equipado con diez cañones, uno de los barcos de guerra más comunes en la Armada inglesa de la época.
 
 Tras varios años de servicio militar, la Marina remodeló el "HMS Beagle", que quedó convertido en una barco de investigación hidrográfico al mando del capitán Robert Fitzroy.
 
En 1831, el bergantín empezó la singladura en la que cimentó su fama, con un joven e intrépido naturalista inglés llamado Charles Darwin (1809-1882) a bordo.
 
Durante cinco años, Darwin surcó los mares del mundo y centró sus investigaciones en el extremo meridional de Sudamérica y las Islas Galápagos.
 
El científico, que describiría más tarde la travesía como "el acontecimiento más importante de mi vida", prestó especial atención a las diversas variedades de pájaros y otros animales que encontró en tierras tan lejanas de su Inglaterra natal.
 
A partir de esas observaciones, que analizó meticulosamente en un pequeño camarote del"HMS Beagle", Darwin desarrolló su influyente teoría de la selección natural, plasmada en el libro "Sobre el origen de las especies" (1859).
 
El científico concluyó que las especies que mejor se adaptan a su medio ambiente son más longevas y tienen más descendencia, un pensamiento considerado, aún hoy día, como una de las ideas más desafiantes de la ciencia moderna.
 
Mientras esta doctrina evolucionista, denominada "darvinismo", causó un gran furor en el mundo del siglo XIX, el barco que resultó crucial para la elaboración de la teoría, el "HMS Beagle", cayó en el olvido.
 
Todo lo que se sabía hasta ahora es que el navío, tras el histórico viaje de Darwin, pasó a servir en el Servicio Aduanas de Inglaterra con el fin de perseguir a los contrabandistas en la costa del condado de Essex (sureste inglés).
 
Sin embargo, el profesor Prescott averiguó también que el buque estuvo anclado durante años en aguas del río Roach, donde varias familias de guardacostas hicieron de la nave su morada.
 
"Hemos explorado la zona -declaró el experto- y hemos encontrado juguetes rotos y trozos de cerámica que demuestran que el barco se convirtió en una casa".
 
Asimismo, algunos archivos históricos dan fe de que el bergantín se vendió en 1870 en subasta a unos comerciantes de chatarra locales, momento a partir del cual se perdió su pista hasta las indagaciones del académico de la Universidad de Saint Andrews.
 
El equipo de Prescott centró sus investigaciones en los restos de un puerto abandonado en el Río Roach, donde un potente radar captó la imagen de un navío muy similar en tamaño al "Beagle" y enterrado bajo tres metros de fango.
 
"La parte superior del barco puede haberse perdido, pero queda la parte inferior y el casco", explicó el profesor, al subrayar la importancia histórica del descubrimiento.
 
"Y quién sabe -agregó- los vestigios del viaje de Darwin que pueden continuar todavía allí abajo...".