El lunes 2 de febrero acudí al local del TSE (Tribunal Supremo Electoral) para renovar mi cédula de ciudadanía, pues hace cinco años empleados del Registro Civil se equivocaron al registrar los datos de mi nacimiento.

Ya sabemos sobre la presencia de los tramitadores que, bien o mal, “sirven” a los apurados usuarios que acuden a ese recinto. Lo increíble es que si antes los escuchábamos decir frases como: “Profeshor, hable con la shédula”, ahora –o al menos ese día– yo escuché frases como: “Vea mi llavecita, lo podría ayudar con la cédula”; y no me refiero a la cultura que tenemos los ecuatorianos para aprender “dialectos” extranjeros y hacerlos propios, sino que ahora los “tramitadores” no son solo nacionales sino también los hay extranjeros.

Entonces, ¿la mafia de la corrupción en la obtención de cédulas de identidad se hace ya con gente de importación? Y luego nos preguntamos ¿cómo pudo el guerrillero colombiano Trinidad obtener cédula con ciudadanía ecuatoriana?

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No quiero que se interprete mi queja como que los extranjeros nos están robando los empleos, sino que mi preocupación está en que se permita a personas extrañas al Registro Civil, y no ecuatorianas, tramitar nuestros documentos y que los alteren.

Y no detallo qué nacionalidad era porque no sabría precisar cuántas otras hay operando.

Lcdo. Boris D. Ortega Duarte
Guayaquil