Los nombres comerciales están valorados en 4,5 millones de dólares. La fábrica dejó de funcionar a inicios del 2002 por falta de liquidez.

Una bodega llena de miles de envolturas es lo único que queda de los productos de la fábrica La Universal.

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En la planta de Eloy Alfaro y Gómez Rendón, las maquinarias tapadas con plásticos traen a la mente el recuerdo del olor a chocolate que los consumidores pudieron percibir hasta inicios del 2002.

 Hasta ese momento se empaquetaron los tradicionales Cocoa La Universal, Chocolate Superior, Manicho, Osito Blanco, Osito Negro, Huevitos, entre otros.

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En uno de los cuartos están también las envolturas de los Caramelos Surtidos, Pectol, Leche Miel, Toffee, Caramelo Café y Mandarina Rellena. Las máquinas aún guardan algunos rollos de envolturas. De los productos no queda nada.

Estas marcas, las más conocidas de La Universal, son  disputadas por algunos de los acreedores, entre  los que se destacan Filanbanco, con el que la fábrica mantiene una deuda de 25 millones de dólares, y los ex trabajadores y jubilados, con 8,5 millones.

El liderazgo de La Universal en el 2000, cuando aún vendía sus productos, se observa especialmente en las tabletas de chocolate, donde la empresa tenía el 75% del mercado, seguido por Nestlé con 18% y Nacional con 5%. Luego venían Dos en Uno, Ecuacocoa, Noboa y otros. En el 2003, sin la competencia de La Universal, el mercado cambió. Nestlé subió al 31%, Nacional al 20%. Lo mismo sucedió en los casos de las otras empresas.

Estas cifras, que constan en el informe de valoración de marcas que realizó el perito Juan Alvarado a pedido de la Inspectoría del Trabajo, muestran que  La Universal lideraba además el mercado de bombones, bañados de chocolates, caramelos, chupetes toffees, productos de cacao y pastas.

Según el estudio, las marcas están valoradas en 4’535.020 dólares. La línea que tiene un costo más alto es la de caramelos duros con 1,3 millones de dólares, seguida por los chocolates con 1,1 millones de dólares. Luego vienen los productos de cacao, caramelos suaves y pastas.

En el informe también se analizó el estado de las maquinarias que se emplearon para la producción en la fábrica La Universal.

El perito efectuó el respectivo avalúo de los equipos que se encuentran en la que era la planta principal de la empresa, ubicada el sur de Guayaquil.

Proyección
En el estudio se hace también una proyección de ventas para este año, tomando como punto de partida las cifras del 2000, cuando el mercado vendió  85,7 millones de dólares en caramelos, chocolates, productos de cacao y pastas. De estos, 26,9 millones le correspondieron a La Universal.

Según el informe pedido por la Inspectoría de Trabajo, el mercado este año venderá 99,4 millones de dólares, en los que la empresa La Universal podría tener una participación de 12,7 millones de dólares.

El balance general de La Universal muestra que las marcas de esta fábrica, que son 203, tenían un valor superior a los  36,1 millones de dólares en el momento del cierre. El estudio señala que  el costo bajó debido a que inciden factores como la fidelidad del comprador, la calidad percibida y el liderazgo de los productos, además de la estima de las marcas, su reconocimiento por parte de los consumidores y el comportamiento del mercado.

Algunos de los productos que pertenecían a La Universal aún se venden, como Tango y Galletas de Coco, cuyos nombres comerciales los adquirió Nestlé.

También compró las marcas Muecas, galletas Amor, Ricas, Surfinas, Morenitas, Wafferito, Crackers, Daysi, Bandido y Zoología.

HISTORIA
1889

Los hermanos Juan Bautista y Emilio Segale adquieren una pequeña fábrica llamada La Universal .

1906
 Se une a los hermanos Segale, su primo Domingo Norero, creando la sociedad Segale Hermanos y Cía.

1927
 Se construye una nueva planta para la empresa y se forma La Universal Segale Norero y Cía.

1969
 Se inaugura una planta en el sur de Guayaquil.

1999
La Universal sale del mercado de galletas y se concentra en la producción y distribución de fideos, caramelos, toffees, chocolates, cocoas y semielaborados de cacao.

2002
La fábrica deja de producir a inicios de año, por problemas de liquidez, dijeron sus propietarios.

2003
Filanbanco y la Inspectoría del Trabajo de Guayaquil ordenan el embargo de marcas y bienes de la fábrica (inmuebles y maquinarias), por las deudas pendientes.

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