Un muchacho de 16 años fue encontrado vivo tras pasar más de 130 horas, cinco días y medio, enterrado bajo los escombros del edificio de once plantas que se desplomó en la provincia de Konya en Turquía.

Según los médicos que le prestaron los primeros auxilios, el muchacho, Muhammet Kalem, que se hallaba en la planta baja del edificio cuando este se desplomó, se encuentra en buen estado. La aparición del muchacho fue celebrada con gritos de entusiasmo por los trabajadores de las  labores de rescate.