El cura Carlos Flores, acusado de formar parte de una presunta red de corrupción en las Aduanas de Quito, negó las imputaciones en su contra y dijo ser un “perseguido”, aunque no dio nombres de quienes lo acosan.
En una entrevista transmitida anoche por el noticiario Televistazo, el sacerdote, quien se encuentra detenido desde noviembre del 2003 en Estados Unidos, señaló que su único error fue haber aceptado el cargo (de director de Aduanas). “Por ello pido perdón a la Iglesia ecuatoriana”, señaló.
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Flores indicó que no le pertenecen los bienes inmuebles registrados a su nombre en Ecuador y Miami, y se quejó de que sobre su caso “se hayan hecho montajes”.
Afirmó que retornará al Ecuador cuando haya justicia. Manifestó que se considera un amigo del ex presidente Gustavo Noboa, actualmente autoexiliado en República Dominicana.