A pesar de meses de preparación y la ilusión de 27.337 estudiantes, los sueños de Ecuador de ingresar al libro de Récords Guinness con el "poema humano más largo del mundo" nunca tuvieron asidero por no existir está categoría, dijo este jueves una portavoz de la organización Guinness.
 
Ecuador esperaba ansioso romper o imponer el viernes un récord con la realización de una cadena, de 15 kilómetros de extensión, integrada por miles de adolescentes que formarían las 970 letras de una composición de una escritora local a favor de la paz.
 
El evento es liderado y ampliamente publicitado por la primera dama, Ximena Bohórquez, quien incluso apeló a una cadena de televisión para promocionar su intención de ingresar a los anales de los récords mundiales, lo que despertó el interés de la prensa local e internacional.
 
Bohórquez, empero, no contó con la posición de Guinness World Records de no abrir una nueva categoría para inscribir la iniciativa ni considerarlo como un desafío para los récords vigentes en el famoso libro, cuya venta es apenas superada por la Biblia y el Corán.
 
"Nosotros no enviaremos a un representante de Guinness a Ecuador porque esto no rompe ningún récord mundial ni existirá una nueva categoría", dijo a Reuters Jerramy Fine, una portavoz de la organización desde Londres.
 
"Las autoridades ecuatorianas no pueden decir que están imponiendo o rompiendo un Récord Mundial Guinness porque no es verdad", agregó.
 
La postura de Guinness World Records sacudió a los organizadores, que hasta el jueves continuaban refiriéndose al evento como un récord mundial. "Nos dijeron esto a última hora. Estamos viendo que vamos a hacer", afirmó Mao House, coordinador del proyecto.
 
A última hora, Bohórquez y su equipo intentaban vanamente sumar a unos 7.000 estudiantes para romper el récord del logotipo humano más grande del mundo, un título que está actualmente en manos de Portugal que en 1999 integró una reproducción del signo del euro con 34.309 personas.
 
El Instituto Nacional del Niño y la Familia, institución encargada de la realización del evento y dirigido por Bohórquez, espera recaudar con la venta de camisetas y auspicios para el acto parte de los fondos para la construcción de un hospital público, que necesita una inversión de dos millones de dólares.
 
El Guinness World Records fue publicado por primera vez en 1955.