El desmontaje del árbol metálico de 92 metros de alto instalado en el Malecón 2000 entre el cerro Santa Ana y el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo se retrasa.

La empresa contratista, Edesa, tiene hasta el 31 de enero próximo para culminar con este proceso, según el convenio firmado entre el Municipio de Guayaquil, la Fundación Malecón 2000 y la empresa privada Publivía.

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No obstante, hasta el sábado próximo, solo se podrá desbaratar la estructura y no rehabilitar el suelo donde se asienta. El presidente de Publivía, una de las empresas privadas promotoras de la edificación, Miguel Orellana, admitió que faltará tiempo para cumplir con la cláusula del contrato. Por ello,  “vamos a pedir una prórroga al alcalde de la ciudad, Jaime Nebot”, expresó.

Para el director de Urbanismo, Avalúos y Registros del Municipio de Guayaquil, Luis Pérez Merino, el peligro de que una tira metálica se desprenda y caiga fuera de la zona de seguridad persiste mientras no finalice el desmontaje de la estructura.

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De hecho, la tarde del pasado sábado dos obreros tuvieron un accidente. Según Orellana, entre las heridas de los trabajadores están “la fractura de un dedo y un golpe”. El árbol volverá a levantarse la próxima navidad.

Ángela López Bocca fue testigo del incidente del sábado pasado en el que resultaron heridos dos obreros de la empresa Edhesa (Castillo Carabalí y Miredo Serrano). Allí, aproximadamente a las 18h00, ella paseaba con su madre y dos amigas a unos 15 metros del cerco de seguridad del árbol de Navidad.

Entonces, “mientras observaba cómo los obreros trabajaban desmontando la enorme estructura, me llamó la atención que no tuvieran correas de seguridad”.

Según López, unas sogas colgadas entre los hierros era lo único que los sujetaba.

Después, las cuatro mujeres caminaron hacia el cerro Santa Ana por el estrecho camino que la compañía Envecorp ha dispuesto. Los gritos desesperados de los  obreros pidiendo auxilio y el sonido de los hierros que crujían como si la estructura se fuera a derrumbar las alertó, obligándolas a correr hacia la plazoleta de comidas.

Desde ahí vieron cómo uno de los pedazos del árbol se deslizó, golpeó a dos obreros y cayó fuera del cerco de seguridad, “justamente donde segundos antes estábamos nosotras”.
 
Ya a salvo al interior del patio de comidas, las personas miraban cómo los obreros se aferraban a la infraestructura. Incluso, agrega la testigo, uno de ellos casi cae al vacío.

“Si no fuera porque alcanzó a cogerse de una de las sogas, su destino hubiera sido fatal”, comentó Ángela.

Minutos después llegaron al sitio una ambulancia, un auto de la Policía Nacional y otro de la Comisión de Tránsito del Guayas.

Aunque los afectados no tuvieron heridas graves, uno de los promotores del montaje del árbol más alto del mundo cuyo récord aún no es reconocido por el libro Guinness, Miguel Orellana, presidente de Publivía, desestimó que los obreros trabajen sin sogas de seguridad. El empresario expresó que el accidente se debió a un “mal movimiento de los dos trabajadores”. Ratificó además que, a pesar del percance, el árbol sí será montado en la próxima Navidad.
 
Según Luis Pérez Merino, director de Urbanismo del cabildo, el sitio donde se levanta la estructura debe quedar como antes, según el acuerdo. “Mientras el desmontaje dure no deja de haber un cierto peligro, tanto para los trabajadores como para los peatones y conductores”, manifestó Pérez.

Una grúa que ayuda en el desmantelamiento de la estructura congestionó ayer el tráfico vehicular en la zona.