Una huelga de empleados de la aerolínea Alitalia, controlada por el estado italiano, provocó este lunes la cancelación de 364 vuelos, incrementando aún más la presión sobre las cuentas de la endeudada compañía aérea.
 
Los mostradores de despacho de pasajeros en el aeropuerto Fiumicino de Roma estaban desiertos mientras el personal abandonaba el trabajo todo el día en protesta contra un plan de reestructuración que reduciría su plantilla en 2.700 personas, alrededor del 12 por ciento.
 
La huelga del lunes, la segunda oficial desde que la compañía presentó su plan trianual en octubre, afectó a unos 18.000 pasajeros. Además de las cancelaciones, Alitalia tuvo que reprogramar otros 64 vuelos.
 
A principios de mes, la aerolínea, que ha pronosticado pérdidas operativas de más de 400 millones de euros para el 2003, canceló una congelación de salarios prevista que había indignado a trabajadores y sindicatos y retrasó la decisión final sobre los recortes de empleos hasta la celebración de nuevas conversaciones con los sindicatos.