Australia anunció ayer una serie de incentivos destinados a atraer a jóvenes inmigrantes con estudios y nivel básico de inglés para poblar las áreas rurales del país, una iniciativa que también incluye a las personas de tercera edad con buena disposición económica.

La propuesta, hecha pública por la ministra de Inmigración australiana, Amanda Vanstone, entrará en vigor el próximo mes de julio y se aplicará a menores de 45 años e inmigrantes jubilados con suficientes medios para sostenerse sin la ayuda del Estado.

Para obtener el visado, los inmigrantes retirados deberán disponer de 625.000 dólares y comprar otros 340.000 dólares en bonos del Estado.

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Quienes obtengan el nuevo visado recibirán de inmediato el estatus de residente temporal y a los dos años de su llegada adquirirán la residencia permanente.

Según la ministra australiana, en el último año se otorgaron 8.000 visados gracias a las iniciativas para promocionar la migración rural.