Los jueces de la corte de Kassel que juzgan al caníbal alemán Armin Meiwes, siguen aún indecisos sobre cómo encuadrar este macabro caso, sin precedentes en la historia de la justicia de Alemania, y qué pena correspondería aplicar. Meiwes rechaza la acusación de asesinato. El tribunal sopesa la posibilidad de condenarlo por asesinato, homicidio u homicidio a pedido.

Este experto en computadoras de 42 años, llamado el “caníbal de Roteburgo” confesó haber matado, descuartizado e ingerido partes del ingeniero berlinés Bernd Juergen Brandes, de 43, con su consentimiento, tras haberlo conocido por internet y mantener relaciones homosexuales con él.

Si el tribunal encuentra atenuantes y un grado de culpabilidad menor, Meiwes podría librarse de la cárcel, pero ir de por vida a una clínica psiquiátrica. Si se lo considerara plenamente responsable quedaría en libertad después de cumplir una condena, probablemente por homicidio, pues la legislación alemana no tiene penas para el canibalismo.