En la localidad de Chami Cooperativa, el presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, intentó ayer un acercamiento con las comunidades indígenas, sin éxito. Llegó, a las 10h00, en helicóptero, para colocar la primera piedra para el canal de riego de la comunidad, firmar un convenio de bonos para 900 viviendas y entregar los juguetes que había prometido dar el 15 de diciembre.

Recibido por más militares (alrededor de 250) que indígenas (150), en su discurso el Primer Mandatario ofreció obras y recordó que este año no habrá paquetazo económico. A los asistentes les pidió que divulgaran esta noticia en sus comunidades, para que no salgan a un levantamiento. Las puertas, dijo, “están abiertas para de una forma civilizada encontrar una solución”.

Al mismo tiempo, en la ciudad de Latacunga, en la sede del Movimiento Indígena de Cotopaxi (MIC), se efectuaba una reunión de los dirigentes indígenas afines a Pachakutik, entre ellos los de las 15 comunidades de la región de Tigua, que en la mañana intentaron impedir el paso de vehículos. Manuel Millingalle, líder de Chami Cooperativa y organizador del encuentro, expresó apoyo al régimen y pidió que las obras para las zonas rurales se hicieran directamente con las bases, para que los intermediarios no se beneficien. Criticó el encuentro indígena en Latacunga y la permanencia de militantes de Pachakutik en las embajadas.

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Pese a expresar ese respaldo, César Álvarez, de Toacazo, (tierra del dirigente de la Conaie, Leonidas Iza), afirmó que no hay un cheque en blanco para el Jefe de Estado, pues “en caso de que no cumpla, comunicaremos a la prensa”. Gutiérrez se vistió con poncho y sombrero, bailó al ritmo de una banda y se sirvió un caldo de borrego y un plato de cuy con papas.

VIAJE
JUGUETES
Por la tarde, el mandatario Lucio Gutiérrez visitó el santuario de la Virgen del Quinche, a una hora de Quito. En ese sitio también repartió juguetes.

VOLANTES
Algunos simpatizantes del régimen distribuyeron hojas volantes, que con el título de “No destruyamos el país”, exhortaban a los ciudadanos  para que no participen en las marchas anunciadas por  los movimientos indígenas.