Un inventor estadounidense patentó un buzón que permitirá a sus dueños esterilizar la correspondencia por medio de un sistema de radiación, como se hace en la Casa Blanca y en el Congreso desde la serie de casos de carbunco en el 2001.
El prototipo de John Cunningham usa los clásicos buzones metálicos, en los que ha colocado una lámpara ultravioleta como las usadas en los laboratorios y una cesta donde se colocarían las cartas.
Cuando se cierra la puerta del buzón y se activa un interruptor, la lámpara lanza haces de rayos ultravioleta en una longitud de onda de 254 nanómetros por 15 minutos mientras la cesta da vueltas para exponer todas las caras del correo a dichos rayos.
La luz ultravioleta tiene un "efecto germicida" que neutraliza las esporas del carbunco y los microbios, según la patente estadounidense concedida a Cunningham en noviembre.
Cunningham, un contratista de aire acondicionado en los cayos de la Florida, tuvo la idea de dicho buzón tras una serie de ataques con correspondencia con carbunco en octubre de 2001 y que costó la vida de cinco personas y la enfermedad de 13 en Estados Unidos.
"Trataba de pensar la manera de que una persona corriente pudiera protegerse contra la correspondencia contaminada", dijo este miércoles.
Un contratista del Servicio de Correos de Estados Unidos usa otros tipos de radiación a escala industrial para esterilizar el correo entregado en la Casa Blanca y el Congreso estadounidense, así como otras oficinas gubernamentales.
Los buzones de Cunningham probablemente se venderán a entre 300 y 500 dólares, pero su inventor no ha decidido si buscar una firma que los produzca en serie.