Un experto nombrado para aliviar las preocupaciones financieras del gigante de los lácteos Parmalat, hablará con los principales bancos de Italia para intentar salvar a la empresa, la cual se encuentra en bancarrota y azotada por uno de los mayores escándalos financieros de Europa. 
 
Además, el fundador de la compañía y sus principales ejecutivos están arrestados. 
 
La televisión estatal italiana informó el domingo por la noche que Enzo Bondi sostendrá el lunes su primera reunión con funcionarios bancarios, en la que se analizará cómo se pueden establecer nuevas líneas de crédito para la empresa. 
 
Bondi fue nombrado para dirigir a Parmalat, después de que la compañía, con sede en la ciudad de Parma, reconoció el 19 de diciembre que su subsidiaria Bonlat en las Islas Caimán no tenía los casi 5.000 millones de dólares en una cuenta del Bank of America que había reportado en septiembre. 
 
El banco indicó que la carta que confirmaba el depósito del dinero era falsa. 
 
Parmalat, la octava mayor empresa de Italia, se declaró en bancarrota buscando protegerse de sus acreedores. 
 
Miles de accionistas y compradores de bonos de la empresa se arriesgan a sufrir grandes pérdidas, entre ellos sus empleados, que invirtieron sus fondos de pensiones en la compañía. 
 
Parmalat, que tiene operaciones en otras partes del mundo, como una fábrica de galletas en Estados Unidos, y plantas lecheras en Europa y América Latina, será observada de cerca en los esfuerzos que se llevan a cabo para darle un futuro a la firma.