La selección Sub 23 de Brasil viajó hoy a Chile, donde a partir del miércoles próximo disputará el Torneo Preolímpico, con el único objetivo de garantizar uno de los dos cupos suramericanos para los Juegos Olímpicos de Atenas.
 
"Nuestro sueño es la medalla de oro en los Juegos Olímpicos y, por lo tanto, el objetivo en Chile será garantizar uno de los dos cupos para Atenas. Nuestra meta no es ofrecer fútbol-arte", afirmó el técnico de la selección, Ricardo Gomes, en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro.
 
El único trofeo importante que hace falta en las vitrinas de la selección brasileña es la medalla de oro olímpica. Brasil, que el año pasado fue escogida como la mejor selección del 2003, ostenta actualmente los títulos de los mundiales Sub 17 y Sub 20, así como la Copa del Mundo, que conquistó en Japón en 2002.
 
Apenas uno de los veinte jugadores convocados por Gomes, el defensa Rodolfo, embarcó en Río de Janeiro junto con toda la comisión técnica de la selección, en tanto que otros 18 futbolistas lo hicieron en Sao Paulo.
 
El centrocampista Fabio Rochemback tan sólo se unirá al resto de la selección el martes próximo en la ciudad chilena de Concepción debido a que el portugués Sporting no lo liberó del partido del próximo domingo contra el Benfica.
 
La selección brasileña, que este mismo viernes llegará a Concepción, debutará el 7 de enero en el Torneo Preolímpico contra Venezuela.
 
Brasil integra el grupo A junto con Chile, Paraguay, Uruguay y Venezuela. El grupo B está formado por Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
 
Según Gomes, entre los convocados para la selección Sub 23 hay jugadores talentosos y habilidosos, como el centrocampista Diego y el atacante Robinho, del Santos, considerados dos de las mayores revelaciones del fútbol brasileño en los últimos años.
 
"Pero no viajamos pensando en el fútbol-arte. Eso podrá ocurrir por causa de la habilidad de los jugadores, pero no será nuestro objetivo", afirmó el seleccionador.
 
El técnico reconoce que Brasil puede ser considerado uno de los favoritos para conquistar una de las dos plazas para los Juegos Olímpicos de Atenas debido a la fortaleza del equipo que reunió y pese a que no pudo convocar a varios internacionales, como el centrocampista Kaká, por la negativa de los clubes europeos a cederlos.
 
Dijo igualmente que, mientras que Brasil se preparó durante diez días en diciembre y antes de viajar a Chile, en donde se entrenará otros cuatro días, algunas selecciones apenas fueron convocadas en los últimos días.