“Con un completo conocimiento de nuestra historia, debemos luchar para llevar la paz a todo el mundo y la seguridad a todas sus gentes”, manifestó a la prensa japonesa en el palacio Imperial de la capital.
Al pasar revista a los quince años de su reinado desde que ascendió al trono japonés a la muerte de su padre, el emperador Hirohito, en enero de 1989, el monarca calificó todos estos años de “pacíficos” en comparación con el mismo periodo de su predecesor, que señaló como “difíciles”.
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