Raghad, una de las hijas de Saddam Hussein, dijo este martes que tanto ella como sus hermanas querían un juicio internacional para su padre, el ex gobernante iraquí capturado el fin de semana por las tropas estadounidenses.
 
"No debería ser juzgado por el Consejo de Gobierno (iraquí) que fue establecido por los ocupantes", dijo Raghad Saddam Hussein a la televisión Al Arabiya, con sede en Dubai, por teléfono desde Jordania.
 
"Queremos un juicio legal y justo, internacional", dijo con voz emotiva, añadiendo que su familia designaría un abogado para defender al ex presidente.
 
Raghad y su hermana Rana, que huyeron de Iraq poco después de que las tropas estadounidenses tomaran el control de Bagdad en abril, viven ahora en Jordania, que les garantiza asilo. El paradero de su madre y de su otra hermana, Hala, no está claro.
 
Raghad, la hija mayor de Saddam Hussein, dijo que no podía soportar ver las imágenes que la administración estadounidense en Iraq había difundido de su padre, el ex líder iraquí que apareció mugriento y sumiso tras su captura, el sábado.
 
Raghad dijo que su padre debía haber sido drogado antes de su captura, como explicación para las humillantes imágenes de un hombre que era considerado por muchos árabes como un héroe por sus opiniones contra Occidente.
 
"Un león sigue siendo un león incluso en cautividad. ¿Cree usted que le hubieran podido capturar si no le hubieran drogado? No estoy seguro de que pudieran haberlo hecho", indicó.
 
"Estoy realmente orgullosa de que este hombre sea mi padre. Todos sabemos las razones por las que fue presentado de la forma en que ha sido. ¿Dónde está la democracia, donde está la inmunidad de la que los presidentes disfrutan?", dijo.
 
En una entrevista con Al Arabiya en agosto, Raghdad, de 36 años, acusó a los colaboradores de su padre de traición, lo que lo habría llevado a permanecer oculto durante casi ocho meses.
 
En 1996, Saddam Hussein ordenó matar a los maridos de Rana y Raghad tras acusarlos de dar información sobre las armas iraquíes a Occidente.